La tomoterapia es una nueva modalidad de radioterapia guiada por la imagen. Es una técnica todavía reciente y poco extendida en nuestro país, pero es la única posible para tratar algunos tumores cerebrales en niños, según explica José Samblás, neurocirujano y presidente del Grupo Instituto Madrileño de Oncología (IMO). Samblás es pionero en la aplicación de esta técnica en neoplasias cerebrales en España. En esta entrevista, hace balance de las nuevas posibilidades de tratamiento que ofrece y de su futuro prometedor.
Es el sistema más avanzado de tratamiento del cáncer con radioterapia adaptada y guiada por imágenes.
El equipo de radioterapia incorpora un sistema de tomografía axial computerizada (TAC) y un acelerador lineal (dispositivo dispensador de radioterapia). La clave de su importancia reside en que permite, antes de cada sesión de tratamiento, realizar un TAC para comprobar la posición exacta del tumor con el paciente “in situ”. De esta forma, se ajustan las coordenadas de tratamiento para radiar el tumor en su posición exacta ese día y en ese momento. Gracias a este ajuste diario, se puede obtener la máxima eficacia sobre el tumor y conseguir, a la vez, que los órganos circundantes reciban una mínima -o nula- dosis de radiación. Así los efectos secundarios se minimizan.
Esta técnica se introdujo hace tres años y medio: era el equipo número 20 que se instalaba en el mundo y el tercero en Europa, después de Milán y Bruselas. Desde entonces, se han instalado cientos de equipos. En España funcionan dos, uno en la Clínica Puerta de Hierro y otro en el Instituto Oncológico de San Sebastián. Además, el IMO instaló una versión avanzada en la Clínica La Milagrosa, en Madrid, y pondrá en funcionamiento un segundo equipo de estas características en la clínica madrileña San Francisco de Asís.
En principio, al ser un sistema de radioterapia más preciso, con mejor localización, posicionamiento e identificación de las estructuras, se mejora el tratamiento en los tumores que necesiten ser irradiados. Pero, como ocurre con cualquier tecnología nueva, es mucho más costosa. Por eso todavia hay pocos equipos, aunque se prevé que en unos años esta cifra aumente. En la actualidad, se indica en los casos que más se benefician de ella.
“La tomoterapia es más eficaz sobre el tumor y tiene menos efectos secundarios en los órganos circundantes”
Entre ellos figuran los tumores de próstata, ya que permiten su irradiación localizada con mínimos efectos sobre el intestino y la vejiga; los tumores que se localizan en la cabeza y en el cuello; y las neoplasias vertebrales, porque se irradia toda la vértebra con dosis mínimas en la médula espinal. Otras indicaciones importantes son su aplicación en los tumores cerebrales, en especial cuando se precisa una reirradiación (los pacientes ya se han tratado con radioterapia y han sufrido una recidiva -reaparición- del tumor), y en los tumores en niños.
Si. La tomoterapia ofrece la posibilidad de tratar tumores pediátricos que, sin esta técnica, no se podrían tratar. Los efectos secundarios de la irradiación convencional son mayores que los beneficios que se esperan de ella.
Muchos tejidos de los niños están en fase de crecimiento, sobre todo, los huesos. La radioterapia convencional puede afectar a estas zonas y dar lugar a alteraciones posteriores. Con tomoterapia, al utilizar una forma de radiación que se aplica mediante miles de haces muy finos que convergen en el tumor, se evitan las trayectorias que afectarían a esos órganos más críticos. La tomoterapia irradia de forma circular gracias un sistema denominado colimador, que se cierra para evitar irradiar los órganos sensibles en crecimiento. A medida que gira, evita el paso del haz de irradiación a las zonas sensibles. Siempre con la ayuda de la imagen de TAC obtenida en cada sesión de tratamiento.
Se ha tratado a cerca de 300 niños con tumores cerebrales, para quienes no había otra forma de terapia.
En los tumores cerebrales, una técnica que ha marcado de forma muy favorable el tratamiento de los pacientes es la radiocirugía (destrucción de un tumor mediante haces finos de radiaciones ionizantes). Su eficacia muchas veces supera el 90%, incluso en casos con metástasis cerebrales. En nuestro grupo, hemos ido más allá y hemos desarrollado la tomo-radiocirugía.
Es un sistema de tratamiento de los tumores cerebrales que se aplica en una sola sesión, sin abrir ninguna estructura, con el paciente despierto. Los índices de adaptación y de radiación son superiores a las tasas que proporciona la radiocirugía convencional.
Todavía no tenemos tiempo suficiente para realizar un seguimiento. Pero, por su conformación, homogeneidad y precisión, es previsible que los resultados sean mejores y con menos efectos secundarios. Además, permiten tratar neoplasias muy irregulares y en cualquier localización del cerebro. La tomoterapia trata varias localizaciones tumorales en la misma sesión.
Como la radioterapia, tiene algunas contraindicaciones generales. La mayor de todas es que se aplique cuando no haga falta o sea innecesaria.
La radioterapia ha sido una gran revolución para el tratamiento de los tumores cerebrales en los últimos 15 años. Esta técnica evoluciona, de forma imparable, hacia nuevas modalidades cada vez “más precisas y mejor calculadas”, según José Samblás. Un ejemplo es la radioterapia con intensidad modulada (IMRT), que ha supuesto un avance importante en la planificación de las dosis necesarias para tratar a los pacientes.
Por su continua evolución, ha propiciado la aparición de la radioterapia guiada por la imagen (IGRT). En el futuro, es probable que todos los pacientes con cáncer o tumores de cualquier localización se beneficien de los tratamientos con esta técnica. El equipo más avanzado dentro de esta modalidad está representado por la tomoterapia, aunque otros equipos desarrollan sistemas con el mismo fundamento, informa Samblás.
La tomo-radiocirugía es otro avance en el tratamiento de los tumores cerebrales. Combina la aplicación de la tomoterapia y la radiocirugía. El grupo IMO la aplica desde hace un año y medio. Esta técnica tiene las mismas indicaciones que la radiocirugía y sirve para tratar tumores bien delimitados, ya sean benignos, como los neurinomas o los meningiomas, o más agresivos (como las metástasis cerebrales debidas a tumores de otro origen). Incluso, permite el tratamiento de tumores muy irregulares o en varias localizaciones.