Los cuidados paliativos pretenden mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades graves (degenerativas o terminales) que no responden al tratamiento curativo, con el objetivo de ofrecer el mayor confort posible al paciente y a su familia. Pero, aunque debería ser una parte esencial del sistema sanitario de cualquier país que persiga la cobertura universal de salud de sus ciudadanos, la situación mundial deja mucho que desear. En fechas recientes, la Organización Mundial de la Salud y la Alianza Mundial de los Cuidados Paliativos hacían público un documento que explica cómo es la realidad de los cuidados paliativos en el mundo y en qué aspectos se hace necesario progresar. A continuación se explican sus conclusiones.
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) junto con la Alianza Mundial de los Cuidados Paliativos (WPCA) han publicado la primera fotografía mundial que muestra cómo está la asistencia paliativa en todo el mundo. Y la principal conclusión que se extrae de este «Atlas Mundial de Cuidados Paliativos al Final de la Vida» es descorazonadora: solo una de cada diez personas que necesitan atención sanitaria para aliviar el dolor, los síntomas y el estrés causados por enfermedades graves la reciben.
Datos de los cuidados paliativos en el mundo
Un tercio de todas las personas que necesitan cuidados paliativos sufre cáncerSe calcula que, cada año, más de 20 millones de personas precisan atención paliativa al final de la vida, de los que un 6% son niños. Si se contara con todos los pacientes que podrían ser atendidos en una etapa anterior a su enfermedad terminal, es decir, antes de la fase de agonía o preagonía, la cifra alcanzaría los 40 millones de personas, como mínimo. Y si se tiene en cuenta que esta atención debe incluir alguna forma de apoyo para los familiares del paciente, este dato se duplicaría.
Según este documento, un tercio de todas las personas que necesitan estos cuidados sufre cáncer; el resto, dolencias degenerativas que afectan al corazón (como la insuficiencia cardíaca avanzada), pulmones (como la fibrosis pulmonar y otros problemas crónicos), riñones, cerebro (como demencias) o hígado (como la conocimiento entre los profesionales sanitarios y la sociedad en general sobre los beneficios de esta asistencia.
Una enfermedad terminal es aquella que está en una fase avanzada, es incurable y no responde al tratamiento específico. La guía de cuidados paliativos de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos añade, además, que no hay posibilidades razonables de respuesta al tratamiento específico y que el paciente sufre muchos síntomas intensos, múltiples, multifactoriales y cambiantes. Asimismo, esta situación supone un gran impacto emocional en el enfermo, su entorno familiar y el propio equipo terapéutico relacionado con la muerte, cuando se prevé que quedan menos de seis meses de vida. En esta situación, los cuidados paliativos buscan ofrecer una mejor calidad de vida al paciente y a la familia, mediante la prevención y el alivio del sufrimiento.