Cada vez más, los ciudadanos toman las riendas en su salud y exigen información que hasta ahora estaba reservada para profesionales sanitarios. Solo cuando se tiene la información y los conocimientos adecuados, se puede ser crítico y escoger las opciones más saludables. En este contexto, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha puesto en marcha una plataforma para que los ciudadanos puedan gestionar su salud y autocuidado y la de las personas que tengan bajo su responsabilidad. En este artículo se describe qué es la Red de Escuelas de Salud para la Ciudadanía y qué tipo de información contiene.
La salud está influenciada por multitud de circunstancias que rodean a la persona: el lugar donde nace y vive, el estatus social, la familia de la cual forma parte, el sistema de salud, la distribución de dinero y recursos e, incluso, las políticas adoptadas en su país. En este contexto es clave la alfabetización en salud, que se refiere a la comprensión, el análisis y las habilidades necesarias para escoger la mejor decisión que sirva para mejorar y mantener el bienestar general. Pero no solo eso, también se relaciona con la capacidad de conseguir y entender la formación sanitaria básica -como interpretar las instrucciones de los prospectos de los medicamentos, los folletos de educación médica y las instrucciones del profesional de la salud- y con saber utilizar de manera adecuada el sistema de atención sanitaria.
Escuelas de Salud, ¿de qué se trata?
Para promover y mejorar la alfabetización en salud en España, recientemente el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha lanzado la Red de Escuelas de Salud para la Ciudadanía, una plataforma que persigue facilitar información y herramientas de formación a los ciudadanos (pacientes, familiares y cuidadores informales) para que, de la mano de la mejor evidencia científica disponible en el Sistema Nacional de Salud (SNS) de España, sean capaces de responsabilizarse de su salud y aprender a gestionarla.
Desde la plataforma también se da información concreta destinada a cubrir las necesidades específicas de cada enfermedadPara conseguir este nivel de empoderamiento, se pretende promover que los propios ciudadanos adquieran información, conocimientos, habilidades y la actitud necesaria, tanto para su autocuidado como para el cuidado de sus congéneres, sobre todo el relacionado con las enfermedades crónicas. A través de plataformas y actividades se quiere promover el intercambio de experiencias y la colaboración entre todos los actores: cuidadores, familiares, pacientes y profesionales sanitarios.
Hasta el momento, en la plataforma se incluye información contrastada, relevante y entendible sobre las enfermedades con mayor prevalencia en nuestro país, entre las cuales se puede encontrar, en orden alfabético, enfermedad de Alzheimer, bronquitis crónica, diabetes tipo 1 y tipo 2, hipertensión arterial, ictus, incontinencia urinaria o infarto de miocardio.
Este proyecto se apoya en la participación de otros proyectos afines o Escuelas del SNS repartidas por las distintas comunidades, como la Escuela Andaluza de Pacientes, la Escuela Cántabra de Salud, el Programa Paciente Experto Cataluña, el programa Paziente Bizia de Osakidetza en el País Vasco, la Red Ciudadana de Formadores en Seguridad del Paciente del SNS y la Fundacio Salut i Envelliment de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), entre otros, pero también con la colaboración de distintas asociaciones de pacientes o de colegios profesionales.
Dar respuesta a cuestiones relacionadas con la salud
Para dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos, sea cual sea su papel (usuario, paciente o cuidador), la información se aborda en tres apartados distintos.
El objetivo del primero es dar respuesta a la pregunta «¿Cómo me puedo cuidar?«. Para ello incorpora información sobre cuidados generales relacionados con salud (cómo prepararse para un determinado examen médico, cómo gestionar el dolor o el duelo, cómo hay que tomar algún medicamento, etc.), sobre cuidados específicos de determinada entidad clínica y sobre la calidad y seguridad de los cuidados y de los autocuidados.
En el segundo apartado denominado «Saber más para decidir mejor» se ofrecen materiales de manera más profunda y concreta para cada una de las patologías incluidas, para cubrir sus necesidades específicas y que sirva de ayuda para que los pacientes puedan gestionar mejor su enfermedad. En ella se incorporan las Guías de Práctica Clínica del SNS, cuyos contenidos han sido adaptados para y con los pacientes, y recursos que ayudan a interpretar los resultados de análisis de sangre o, incluso, radiografías.
Por último, hay un apartado sobre los recursos sanitarios (centros de atención primaria del Sistema Nacional de Salud, centros de atención urgente extrahopitalaria y un listado de todos los hospitales nacionales que se pueden buscar por provincias o por comunidad autónoma), sociales y prestaciones que en un momento determinado pueda necesitar una persona.
La salud es responsabilidad de cada uno. Pero no es suficiente apelar a la voluntad de un individuo para que este escoja acciones saludables en su vida, sino que los determinantes sociales y políticos en los que vive son factores muy importantes en esta elección. Ejemplo de ello es la alimentación. No sirve de mucho insistir en comer de manera sana y equilibrada, cuando la opción saludable no es la más fácil ni la más barata y lo más rápido es consumir alimentos de baja calidad, con exceso de grasa saturada, sal, azúcares y proteínas animales. Es en este entorno cuando la “mala” alimentación se convierte en un problema social.
