La alergia supone un problema de salud pública de proporciones pandémicas, pues afecta a más de 150 millones de personas en Europa. Es la enfermedad crónica más prevalente. La Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) augura que en menos de 15 años más de la mitad de la población europea padecerá algún tipo de alergia. Como se explica en las siguientes líneas, los especialistas insisten en que el único modo de mejorar la situación es reforzar y optimizar las estrategias preventivas y de tratamiento. La inmunoterapia está llamada a ser clave en los años venideros.
La Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) ha presentado durante su reciente congreso anual la Declaración Europea sobre la inmunoterapia con alérgenos, un documento que pretende dar información sólida y fiable acerca de este tratamiento y hacer hincapié en la necesidad de recursos para financiar las investigaciones relacionadas con él. Si bien se ha estudiado durante años, nunca ha recibido una atención destacada de las instituciones europeas en términos de inversión, a pesar de que desde 1998 la Organización Mundial de la Salud (OMS) avala la inmunización como terapia de las enfermedades alérgicas. También está ratificado por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), que hace escasos meses celebró el centenario del inicio de su utilización.
Sin embargo, su uso no está generalizado: en España, menos de la mitad de los alérgicos siguen la inmunoterapia de forma correcta. El motivo principal es la escasez de educación o conocimiento sobre su enfermedad y tratamiento, que crea desconfianza y no ayuda a que se sigan las pautas recomendadas. Muchos se quedan a mitad o en los comienzos de la terapia y al año solo continúan seis de cada diez pacientes. A largo plazo, la mitad de los pacientes restantes ha abandonado.
El impacto en Europa
El impacto de las alergias en la calidad de vida de los pacientes puede ser tan alto o mayor que el de las patologías que se perciben como más serias. Su alcance es tan amplio que, según la EAACI, hay una necesidad urgente de encontrar soluciones. Un porcentaje pequeño, pero significativo, de las reacciones alérgicas puede causar la muerte.
La inmunoterapia alivia los síntomas de la alergia y puede evitar la progresión de la enfermedad
La alergia no solo es una enfermedad debilitante para los afectados (cerca de un 20% viven bajo el temor de muerte por un posible ataque de asma o shock anafiláctico), sino que constituye una importante carga en la economía de un país. Dado que no se espera que en los próximos años se incida en los principales desencadenantes actuales, como la urbanización, la industrialización, la contaminación o el cambio climático, la única manera de avanzar, según la entidad europea, es reforzar y optimizar las estrategias preventivas y de tratamiento.
Hoy en día, las alergias se tratan a corto plazo, para aliviar los síntomas, o a largo plazo, con antiinflamatorios (corticoesteroides), que en los últimos años han reducido de manera drástica sus consecuencias graves. No obstante, este tipo de tratamientos parecen tener una cierta desventaja. Según la EAACI, la eficacia de los medicamentos actuales en el control de los síntomas está por debajo de la situación óptima: no eliminan por completo la probabilidad de que la alergia se desarrolle de nuevo (cuando se deja de tomar el fármaco, se padece de nuevo la enfermedad) y el uso prolongado de fármacos aumenta la posibilidad de efectos adversos.
Según la sociedad europea, en la situación de crisis actual, la continua dependencia a los medicamentos es insostenible. La solución pasa, por tanto, por conseguir sustancias que logren controlar los síntomas a largo plazo y que la curen.
Tras la curación completa
En la actualidad, la Academia Europea apunta a la inmunoterapia con alérgenos como la única intervención médica capaz de alterar la evolución natural de la enfermedad. Utilizada desde hace más de un siglo, consiste en administrar cantidades crecientes de un alérgeno específico, de forma regular (durante un periodo de al menos tres años), con el objetivo de que su sistema inmunológico aprenda a tolerarlo.
Los estudios realizados hasta ahora han constatado que no solo es efectiva para aliviar los síntomas, sino que también tiene un efecto a largo plazo y, tras finalizar el tratamiento, puede evitar la progresión de la enfermedad. La inmunoterapia se propone a las personas en quienes el uso de fármacos no es satisfactorio, ya sea por falta de eficacia o debido a efectos adversos. En pacientes alérgicos al veneno de insectos (himenópteros), es capaz de prevenir reacciones potencialmente mortales. Varias investigaciones han constatado que puede disminuir la intensidad y frecuencia de los síntomas y disminuir la progresión de la rinitis al asma.
Algunos alergólogos estudian sus posibles aplicaciones para la alergia a alimentos. Hoy en día, se utiliza solo como tratamiento de segunda línea. Sin embargo, los especialistas confían en que con los avances tecnológicos en la calidad y la formulación de los extractos usados, nuevos y menos invasivos, este escenario cambiará. Además, se prevé que el futuro de la inmunoterapia se base en una mayor precisión, gracias a las técnicas de diagnóstico molecular. Estas permiten identificar el agente alérgeno culpable y sus componentes alergénicos específicos.
La Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica establece varios puntos claves que hay que tener en cuenta:
- Aunque es habitual que la alergia se desarrolle en la infancia, puede hacerlo a cualquier edad y persistir muchos años o, a menudo, toda la vida.
- Es la patología crónica más frecuente en niños y adultos jóvenes.
- Los pacientes con una enfermedad alérgica tienen un alto riesgo de desarrollar más alergias.
- En los pequeños, es frecuente que una dolencia alérgica siga a otra (marcha alérgica). El eccema atópico suele ser el primer síntoma y afecta a más del 10% de los niños europeos.
- Puede ser que una familia comparta una alergia, pero la mayoría de los nuevos casos se dan en personas sin antecedentes familiares.
- Con frecuencia, el asma y la rinitis alérgica son comunes en una misma persona (alergia respiratoria).