¿Bóxer o calzoncillo slip? La misma pregunta podría ser formulada de otro modo: ¿comodidad o fertilidad? Escoger entre una ropa interior holgada, tipo bóxer, o una más ajustada, como el slip, por la comodidad que aportan al cuerpo del hombre puede ser una respuesta a medias. Como abordamos en las siguientes líneas, los expertos dicen que la muda estrecha masculina -esa que puede resultar tan sexi y que muchos famosos anuncian a pecho descubierto en Instagram- facilita que aumente la temperatura en la zona del testículo, lo que reduce la calidad del semen y, con ella, la fertilidad.
El uso de ropa interior ajustada incrementa la temperatura del testículo, al acercarlo al cuerpo, lo que perjudica la calidad del semen
No es una hipótesis. Los estudios dan la razón a los hombres que prefieren prendas interiores amplias. Y es que, según afirman, el incremento de temperatura en los testículos (llamado hipertermia) es un factor de riesgo de infertilidad masculina.
Una investigación realizada en la Universidad de Oxford (Reino Unido) ha demostrado que utilizar ropa interior ajustada durante tres meses aumenta la temperatura en el escroto y baja el tamaño, la movilidad y la cantidad de los espermatozoides. Aunque los científicos no han encontrado una relación causa-efecto directa -es decir, vestir prendas interiores ajustadas no necesariamente implica un problema de fertilidad-, sí que han hallado una correlación entre los slips y una peor calidad del semen.
El calor altera a los espermatozoides
El motivo es la temperatura. «Los testículos se alojan en la bolsa escrotal, lo que les permite estar físicamente separados del cuerpo y a una temperatura de unos dos grados inferior«, explica Irene Cuevas, embrióloga de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF). Pero el empleo de muda ajustada como los slips, al igual que pantalones ajustados, incrementan la temperatura del testículo ya que éste estaría en contacto directo con el cuerpo. «En cambio, el uso de ropa interior más holgada, tipo bóxer, permite que el testículo quede suspendido por el escroto a menor temperatura», señala Cuevas.
El slip acerca la bolsa escrotal al abdomen, por lo que coge calor. Y estas temperaturas más elevadas favorecen la fragmentación del ADN (material genético) de los espermatozoides, señala la doctora, «lo que puede ser una causa de esterilidad masculina».
Los testículos funcionan bien a 35 ºC, pero por encima de esa temperatura comienzan los problemas: puede bajar la calidad del semen (movilidad y morfología), así como la cantidad, y, por tanto, producir infertilidad. La subida de la temperatura no solo reduce la cantidad de espermatozoides, también afecta a su ADN. Lo que ocurre es que el calor implica la liberación de unas sustancias oxidativas que interactúan con la membrana celular del espermatozoide y rompen su ADN. El resultado es que esos espermatozoides afectados pierden parte de su capacidad para llegar al óvulo; es decir, lo hacen a menor velocidad. Pero es que, además, incluso cuando llegan, hay más probabilidades de que el embarazo no acabe y se produzca un aborto.
¿Qué calzoncillo me pongo?
El estudio de la Universidad de Oxford no es el único. Otra investigación de 2014 también se inclinaba por el bóxer para proteger la fertilidad masculina, ya que es una ropa interior más suelta.
El consejo de Cuevas para quienes buscan un embarazo: escoja fertilidad por encima de comodidad. O, visto de otro modo, apúntese al bóxer. Y, si elige el slip, que este sea de algodón bueno -porque los tejidos sintéticos transpiran peor- y no apriete.
¿Y si es amante del slip? No se preocupe, porque la parte positiva es que este daño suele ser reversible: cuando los testículos vuelven a su temperatura normal (35 ºC), la calidad seminal se recupera.
La conclusión es, en general, optar por prendas que no opriman y huir de la ropa que, sea interior o unos pantalones, no aumente la temperatura de los testículos. La clave para proteger la calidad de sus espermatozoides es que los testículos no se peguen al cuerpo.
Y aunque la temperatura del testículo pueda ser un factor determinante de la fertilidad masculina, hay otras causas que afectan a la producción del semen. Los desequilibrios hormonales, la edad, el estrés e incluso la dieta y el consumo de drogas también pueden aumentar el riesgo de infertilidad masculina.
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