El pasado mes de mayo el Gobierno brasileño anunciaba la suspensión de la patente del fármaco «efavirenz», fabricado por la multinacional Merck y uno de los más utilizados en la terapia contra el sida. Dos meses después ha llegado al país sudamericano el primer lote de genéricos de este medicamento.
Este cargamento, procedente del laboratorio indio Auribondo, consiste en 3,3 millones de comprimidos para adultos y 108.000 para niños. Las autoridades brasileñas calculan que con este lote podrán ser atendidos unos 75.000 pacientes, que suponen poco más del 10% de los enfermos de sida que hay en el país.
Los genéricos de «efavirenz» se utilizarán para el programa de distribución gratuita de fármacos contra el sida que puso en práctica el país hace ya diez años.
Cuando el Gobierno de «Lula» da Silva suspendió la patente de Merck en mayo, puso fin a una negociación sobre los precios con la farmacéutica que duraba tres años. Brasil se convertía así en el primer país de América Latina que cancelaba la patente de un antirretroviral. Hasta entonces sólo se habían atrevido Mozambique, Malasia, Indonesia y Tailandia.
Según dijo el Ejecutivo brasileño, Merck sólo aceptaba reducir el precio de «efavirenz» un 30%, mientras que la propuesta de las autoridades del país era del 60%.
La farmacéutica cobraba 1,59 dólares por unidad. Los laboratorios que fabrican genéricos de «efavirenz» en la India, autorizados por la Organización Mundial de Salud (OMS), ofrecieron a Brasil el mismo producto por 0,45 centavos la unidad.