Problemas de la digitalización de la atención sanitaria
Prueba de esta situación la encontramos en el estudio* poblacional, descriptivo, transversal y sin intervención, que APEPOC ha llevado a cabo conjuntamente con la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (Neumomadrid). Con este trabajo, titulado ‘Impacto de la pandemia por covid-19 en el paciente con EPOC y la asistencia sanitaria. Informe de resultados y recomendaciones para retomar la normalidad’, se ha querido evaluar cuál ha sido su impacto en el estado de salud del paciente respiratorio crónico y los cambios que han acontecido en su atención sanitaria.
Según el estudio, un 80,9 % de los pacientes tuvo dificultad en el acceso a centros sanitarios durante la pandemia. El 84 % realizó consultas no presenciales, si bien solo el 30 % prefiere este modelo de consulta y tan solo el 20 % desea mantenerla pasada la pandemia.
También evidencia que la mayoría de los pacientes acusan una falta de conocimientos y habilidades digitales. Resulta difícil implementar una medida de control de adherencia y seguimiento de las pautas. Se aprecian diferencias significativas, por edad y estudios, en la percepción de complejidad de la consulta telemática.
La participación del paciente en el autocuidado está influenciada por factores psicológicos, sociales, relacionados con la enfermedad y estructurales; es decir, hace falta sensibilización, motivación, formación… y seguimiento. Y esto no se está dando en la actualidad. La educación para el autocuidado de los pacientes con EPOC incluye la capacitación en el uso de dispositivos inhaladores, técnicas de respiración, reconocimiento temprano de exacerbaciones agudas y redacción de planes de acción. Estas acciones han sido hasta el principio de la pandemia offline.
Los pacientes de EPOC, pero también de otras patologías crónicas, especialmente los mayores que ya están más afectados, son de máxima vulnerabilidad y necesitan una atención especial. Por ejemplo, una línea de ayuda telefónica específica. El colapso telefónico actual de los centros sanitarios no lo permite. A su vez, deben recogerse todas las recomendaciones e indicaciones del profesional sanitario por escrito, o reflejado en el móvil.
La consulta no presencial se propone como modelo complementario (sin olvidar que la atención presencial siempre será más personalizada que la telemedicina). Sin embargo, se refieren deficiencias en protocolos en telemedicina y entrenamiento específico del profesional sanitario.
Cabe destacar que en APEPOC se ha podido observar que la brecha digital no solo afecta a las personas mayores de 65 años, sino también al resto de su comunidad de pacientes. Es más, la brecha digital también afecta a muchos profesionales sanitarios, no acostumbrados a este nuevo paradigma. Les supone una mayor carga horaria, y muchas dificultades para comunicarse con sus pacientes.
Propuestas para solucionarlos
El Foro de Pacientes (del que APEPOC forma parte) propone crear una mesa sobre Digitalización y Atención Sanitaria de Pacientes para identificar las mejoras necesarias de acceso a la sanidad y la relación profesional sanitario-paciente adaptada al nivel de digitalización actual de los 9,38 millones de personas mayores de 65 años en España. Se estima que para el 2050 el grupo de edad mayor de 65 años representará alrededor del 35 % de la población de nuestro país.
Hay que garantizar soluciones y alternativas para el acceso al sistema sanitario para pacientes crónicas con movilidad reducida, que viven solos o que residen en zonas rurales con nula o baja conectividad. Son el grupo más vulnerable. Debe haber un acceso telefónico alternativo para este grupo y cursos de aprendizaje, organizados por los ayuntamientos. Buen ejemplo lo hallamos en Fuenlabrada y sus tres centros de mayores.
Seguiremos insistiendo en el derecho a una asistencia sanitaria justa e igualatoria, creando alianza con otros grupos de pacientes que se encuentren en una situación parecida.
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