Lograr una piel bronceada es la aspiración de muchas personas al llegar el verano. Sin embargo, tumbarse bajo el sol durante horas, la manera tradicional, no es seguro para la salud de la piel y, con el tiempo, puede provocar distintos tipos de cáncer, entre ellos el temido melanoma. Una forma de protegerse frente a los peligros del sol es recurrir a complementos aceleradores de bronceado, que pueden conseguir el anhelado color y, al mismo tiempo, aumentar la protección de la piel. Estas cápsulas, disponibles en gran cantidad en el mercado, no se deben confundir con el Melanotán, un fármaco aún en fase experimental sobre el que saltaron las alarmas recientemente.
El bronceado de la piel se obtiene de forma natural gracias a los melanocitos, unas células que ante la estimulación de la luz solar generan un pigmento llamado melanina que, a su vez, protege de los rayos solares. Este color se consigue tras horas de exposición al sol, pero supone un envejecimiento cutáneo prematuro, además de resultar peligroso para la salud, ya que con el paso del tiempo, las horas de sol acumuladas en la piel elevan el riesgo de cáncer cutáneo, de los cuales el más maligno es el melanoma.
Cada año se diagnostican más de 130.000 nuevos casos de melanoma en todo el mundo, que es causa del fallecimiento de unas 37.000 personas, también cada año. En Europa, los nuevos casos de este cáncer cutáneo aumentan a un ritmo de un 8% anual y afectan, sobre todo, a personas entre 40 y 60 años, según datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Las quemaduras solares por exposición a los rayos ultravioleta del sol en la infancia y la juventud elevan el riesgo de sufrir melanoma en esas etapas posteriores de la vida.
De la misma manera, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha advertido, en diversas ocasiones, de que la frecuentación de las camas solares (tomar rayos UVA) tiene una relación directa con el desarrollo de cáncer de piel.
Las cápsulas, una alternativa al sol
Las cápsulas aceleradoras son aptas para cualquiera, salvo para quienes tengan alguna intolerancia digestiva o hepática
Hoy en día, las personas que desean estar morenas pueden conseguirlo de una forma saludable con píldoras aceleradoras del bronceado, que se toman por vía oral y contienen sustancias que estimulan la melanina. Son sustancias antioxidantes que también contrarrestan los efectos nocivos de los rayos solares y, en especial, de los rayos UVA, informa Paz Cerdà, dermatóloga y vocal de la AEDV. En la actualidad, se pueden adquirir tanto en farmacias como en herboristerías.
Entre estas sustancias figuran el betacaroteno y diferentes compuestos que protegen a las células de los radicales libres que provoca el sol. Otros ejemplos son la vitamina E, el licopeno y el polipodium (extracto de un helecho brasileño). También hay píldoras con luteína, que protege a la retina y los ojos de la luz solar, según explica Cerdà.
Las cápsulas aceleradoras del bronceado siempre se deben tomar después de haber leído el prospecto y haberlas recomendado un dermatólogo. Son aptas para cualquier persona que las tolere bien, salvo para quienes tengan alguna intolerancia digestiva o hepática. Su posología varía de una a tres veces al día, según la marca. La ventaja es que quienes recurren a ellas quedan más protegidos frente a la luz solar cuando están al aire libre. El inconveniente es que deben ser conscientes de que no por ello pueden exponerse más tiempo al sol. «Hay que tomarlas con sentido común, cuanto menos mejor. Ese es el principio. El peligro de estas pastillas no es su composición, sino tomarlas y, a la vez, abusar del sol o de los rayos UVA», explica Cerdà.
Píldoras versus autobronceadores
Al llegar el verano, proliferan los productos de parafarmacia que animan al consumidor a alcanzar un tono de piel acorde con la nueva estación: hay autobronceadores en forma de toallitas, cremas o spray. Sin embargo, nada tienen que ver con las píldoras aceleradoras, que actúan por mecanismos diferentes.
Los autobronceadores son sustancias externas (dihidroxiacetona o DHA) que se aplican sobre la piel y, al entrar en contacto con ella, «producen una reacción química de oxidación, por la que se tiñen las células de la capa cutánea más externa, destinadas a ser eliminadas en dos o tres días por el proceso natural de descamación», informa la AEDV. Es decir, colorean la capa más externa de la epidermis pero no penetran en ella, por lo que no son perjudiciales para la salud. En la actualidad, estos productos han mejorado de manera notable, ya que consiguen un tono menos anaranjado y más natural y no desprenden un olor tan intenso como el de hace unos años, informan desde la AEDV.
«No son tóxicos, salvo que el consumidor tenga alguna alergia», indica Cerdà, pero la AEDV advierte de que en ningún caso estos autobronceadores protegen frente a los rayos nocivos del sol, porque no estimulan la melanina, el pigmento que confiere a nuestro organismo una mayor protección frente al sol. Por el contrario, las cápsulas aceleradoras del bronceado (que se ingieren por vía oral) actúan como estimuladores celulares para que se fabrique más pigmento. Y al aumentar la pigmentación de la piel, esta queda más protegida frente al sol.
Las cápsulas aceleradoras del bronceado son sustancias favorables para el organismo y no tienen nada que ver con el Melanotán, un fármaco no autorizado, aún en fase experimental, que se vende a través de la Red. Hace poco se han difundido noticias negativas acerca de esta sustancia, tras una denuncia del doctor Luis Hueso, dermatólogo del Hospital de Manises (Valencia) y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
Hueso advirtió de que en el Hospital de Manises se había “observado a un paciente que, tras utilizar este fármaco”, experimentó “el desarrollo y transformación de nevus (lunares) melanocíticos, algunos de ellos muy atípicos”. En la literatura mundial se han documentado casos en los que pacientes que han utilizado Melanotán han experimentado una multiplicación y transformación de sus nevus o lunares. Uno de ellos ha desarrollado melanoma. Además, también puede provocar hipertensión arterial, según información difundida por la AEDV.
Paz Cerdà ha puntualizado que la población no debe confundir en ningún caso este fármaco con las píldoras que aceleran el bronceado y están permitidas por las autoridades pertinentes. El Melanotán todavía no está acreditado y, aunque broncea (es un análogo de la melanocortina, que induce la producción de melanina), también es un fármaco inductor de una especie de “efecto Viagra ®” (aumenta la potencia sexual) e induce a la anorexia (al reducir el apetito). La AEDV detalla que “estaría pensado para prevenir determinadas enfermedades dermatológicas, como algunas dermatosis fotoinducidas, que se pueden activar con la exposición solar. También se podría utilizar para adquirir un intenso bronceado, aún sin necesidad de tomar el sol”. En cualquier caso, Hueso y la AEDV recuerdan la importancia de “no comprar jamás por Internet un medicamento, donde no están sujetos a ningún tipo de control y, todavía menos, si está, como Melanotán, en fase de experimentación”, sin conocerse aún todos sus posibles efectos adversos.