“¿Usas champú de caballo con biotina para lavarte el pelo? Sí, y me ha ido estupendo”. Cuidado con hacer caso de estas recomendaciones sin consultar antes a un dermatólogo, el especialista en pelo y uñas, además de la piel. Estos champús, ahora de moda en nuestro país, están diseñados para el PH del equino -no para el humano- y es dudoso que la biotina -vitamina H- que contienen, con propiedades anticaída, pueda penetrar hasta los folículos pilosos para favorecer el desarrollo del cabello, advierten desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
En los años noventa los champús para caballos con biotina se pusieron de moda en EE.UU. para aplicarlos al cabello humano y ahora parecen estar otra vez en boga en nuestro país. ¿Pero son realmente útiles? ¿Sus propiedades tienen algún fundamento científico? Juan Ferrando, del Servicio de Dermatología del Hospital Clínic, de Barcelona, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y del Grupo Español de Tricología de la misma asociación, advierte que, por el momento, no se conoce ningún estudio científico que avale sus propiedades.
La biotina o vitamina H que contienen estos champús es una vitamina con funciones específicas, a nivel celular, que produce la modificación celular necesaria para el desarrollo del cabello. Esta vitamina H actúa, junto con otros elementos, para que las células madre de los folículos pilosos (donde nacen los cabellos) se multipliquen y el pelo se desarrolle. Está presente en numerosos alimentos y un organismo sano la obtiene, de manera habitual, a través de la dieta.
Déficit de biotina: pelo frágil con poco brillo
Ningún estudio científico ha demostrado que los champús con biotina sean eficaces
No obstante, hay personas que tienen un déficit de biotina o vitamina H, que «provoca que el pelo crezca menos, sea más pobre, tenga menos brillo e, incluso, se padezca tendencia a la alopecia. A menudo, este déficit es congénito y se ha visto en niños que tienen poco pelo, a los cuales se les efectúa una determinación de biotina en sangre y de la biotinidasa (enzima que interviene en el ciclo de crecimiento folicular)», explica Ferrando.
El estudio sobre la existencia de este síndrome no se suele llevar a cabo si un pediatra no ve signos clínicos de fragilidad ungueal, en el cabello e, incluso, otros síntomas internos en el organismo del niño afectado.
Si se demuestra la presencia de un déficit específico de biotina y biotinidasa, siempre por parte de un profesional de la medicina, se suele recomendar la toma de cápsulas o preparados por vía oral de forma temporal que, además de contener biotina, llevan otros compuestos que favorecen el desarrollo del cabello. Por esta razón, si este mejora, no puede atribuirse solo a la acción de la biotina, sino al conjunto de compuestos que actúan junto a ella.
Los champús para caballos, cuestionados para el pelo humano
En algunos foros de internet, hay comentarios elogiosos referidos al champú destinado a caballos. Es posible que sean un buen cosmético y dejen el pelo más firme y suave, que tengan una acción local anticaspa, antigrasa o un efecto acondicionador para los cabellos más secos, pobres y deslustrados. Sin embargo, hay al menos tres argumentos que permiten poner en cuestión los beneficios de estos productos para el pelo humano. El primero es que ningún estudio científico ha demostrado que sean eficaces, es decir, que tengan las propiedades anticaída que se atribuyen a la biotina.
El segundo es que estos champús son para caballos, por lo que tienen una composición particular para que el pelo de este animal quede bonito, que también parece conseguirlo en el caso del cabello humano, sobre todo de la mujer. Pero no hay que olvidar que están diseñados para el PH de la piel del equino y no para el PH de la piel humana, por lo que, a largo plazo, podrían ser perjudiciales.
El tercer aspecto que se debe tener en cuenta es que cada pelo nace de un folículo piloso, que se encuentra a 0,5 centímetros por debajo de la piel de la cabeza. Estos folículos pilosos tienen forma de cáliz y están enfocados hacia adentro del organismo, de modo que reciben las vitaminas (como la biotina o vitamina H) y otros nutrientes a través de la sangre que les llega desde los vasos sanguíneos. Esto significa que la biotina entra en los folículos pilosos desde el torrente sanguíneo, mientras que no está claro que pueda penetrar desde fuera, a través de una loción o champú de aplicación local.
«Dudo de que un producto que se aplica durante dos o tres minutos en el pelo y que, después se aclara, llegue a penetrar a 0,5 centímetros bajo la piel, para entrar en los folículos pilosos», comenta Ferrando.
Cualquier déficit o debilidad, alopecia o pérdida temporal del cabello deben ser consultadas con un dermatólogo, que es el especialista en pelo, uñas y piel. Cuando se manifiesta alguno de estos problemas, es posible que este especialista prescriba unas pastillas o cápsulas para desarrollar y fortalecer el pelo, que se toman por vía oral. Hay disponibles muchos tipos de preparados de vitaminas para el cabello y las uñas.
Múltiples productos y marcas comerciales, la mayoría de los cuales no solo llevan biotina, sino también azufre y aminoácidos como la cistina o la metionina, entre otros, según infomación de Juan Ferrando del Servicio de Dermatología del Hospital Clínic, de Barcelona, miembro de la AEDV y del Grupo Español de Tricología de la AEDV. “No está demostrado científicamente que la aplicación local de biotina pueda colaborar en el desarrollo de cabello. Además, en los preparados anticaída, aparte de biotina, hay elementos vasodilatadores que potencian la acción de esta vitamina”, explica.