Un equipo de cirujanos, dirigido por el doctor valenciano Pedro Cavadas, ha implantado con éxito a un hombre de 62 años su mano derecha en el brazo izquierdo para darle movilidad.
El paciente, un pamplonés llamado Iñaki L.I., sufrió la amputación de su mano izquierda en un accidente hace 40 años. La desgracia volvió a cebarse en él a punto de cumplir los 60, cuando le sobrevino una hemiplejía que le paralizó la parte del cerebro que controla el lado derecho, por lo que su brazo derecho quedó inútil. Así, tenía un brazo -el derecho- con una mano sana pero sin movimiento; y un brazo izquierdo, con movimiento pero sin mano. Ello le convirtió en una persona totalmente dependiente.
El verano pasado, Iñaki L.I. se enteró por los medios de comunicación de que el cirujano Pedro Cavadas y su equipo de cirugía reconstructiva habían realizado, con éxito, el primer transplante bilateral de antebrazos y manos en España. Solicitó entonces ser receptor de un donante de mano -la izquierda-, pero el doctor Cavadas le ofreció otra alternativa: ser donante y receptor a la vez. Se trataba de amputar la mano sana del brazo enfermo e implantarla en el antebrazo paralizado. Al convertirse en donante de sí mismo, el paciente no tendría que tomar la medicación necesaria para evitar el rechazo del nuevo miembro.
Dicho y hecho. El pasado 29 de mayo se llevó a cabo una operación única en el mundo que se prolongó durante 12 horas en un quirófano del Hospital El Consuelo de Valencia. Los cirujanos amputaron al paciente su mano derecha y la fijaron con placas y tornillos a los huesos de su brazo izquierdo. Después, procedieron a reparar las venas y arterias y a restablecer la circulación sanguínea. Cavadas optó por modificar el orden de los dedos; colocó el pulgar al lado del meñique y restauró los tendones. Asimismo, se llevó a cabo un complicado trabajo con los huesos, con el fin de recuperar el giro de la muñeca. Por último, se suturaron los nervios, los músculos y la piel.
Iñaki L.I. evoluciona favorablemente, según los partes médicos. Ya ha comenzado a mover los dedos, aunque asistido, de momento, por los médicos. «Aún tardará tres meses en recuperar toda la movilidad», precisa el doctor Cavadas. Con el tiempo, los médicos se plantearán la posibilidad de retocar los dedos índice, corazón, anular y meñique.