Científicos estadounidenses han conseguido, por vez primera, clonar embriones de un primate a partir de células de un ejemplar adulto y extraer de ellos células madre, según publicó ayer la edición en Internet de la revista «Nature». Este logro supone un paso clave hacia la clonación terapéutica, técnica que permitiría realizar trasplantes sin rechazo.
Las células madre tienen la capacidad de derivar en cada uno de los más de 200 tipos de células del organismo. Existen en los primeros estadios del embrión y, poco a poco, se van especializando. Pueden convertirse en células renales, hepáticas, cardiacas o sanguíneas.
La clonación terapéutica es la producción, a partir de células de un enfermo, de embriones clonados para extraer de ellos células madre genéticamente idénticas al paciente susceptibles de serle trasplantadas o de derivar en un órgano o tejido que se le injertará posteriormente. El órgano o tejido creado a partir de esas células madre tendría su misma carga genética, por lo que no sería rechazado por el organismo.
Los investigadores dirigidos por Shoukhrat M. Mitalipov, de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón, tomaron óvulos de mono rhesus, les extrajeron el núcleo, inyectaron en su lugar el de una célula de la piel de un mono adulto y luego dejaron que cada embrión se desarrollara hasta poder extraer de él células madre. Al final, sólo obtuvieron dos líneas de células madre tras usar 304 óvulos. Este método fue el utilizado para crear a la oveja «Dolly» en 1996.
Los autores del hallazgo reconocen que todavía se está lejos de poder aplicar esta técnica en humanos. Algunos expertos, como Ian Wilmut, uno de los «padres» de Dolly, creen que el haber conseguido algo así en primates es un paso importante de cara a futuras terapias para enfermedades incurables en la actualidad y desarrollar nuevos fármacos.