La ilusión implica creer en los sueños, sentirse capaz de perseguirlos y tener esperanza en alcanzarlos contra las adversidades que puedan surgir en el camino. Y, por si fuera poco, hacerlo con ganas y alegría. Tener ilusión durante el periodo vacacional parece más fácil. Pero, ¿es cierto que se está más ilusionado en vacaciones? ¿Es el inicio del curso escolar o del horario laboral un punto clave en la ilusión de cada uno? A continuación, de la mano de una especialista, se da respuesta a estas y otras cuestiones sobre la ilusión y el optimismo, ahora que empieza un nuevo curso.
La ilusión, que lleva incluida felicidad y optimismo, influye en la buena salud de las personas. Este concepto, relacionado también con la esperanza, viene de la mano de emociones, sensaciones, pensamientos y actitudes positivas. Y, por este motivo, tal y como apunta la psicóloga clínica Lecina Fernández, puede ser un factor fundamental para generar cambios positivos en la vida de uno mismo, a pesar de que para cada persona tenga un significado distinto.
Ilusión al preparar las vacaciones
Las ilusiones del nuevo curso también vienen cargadas de emociones, proyectos, actitudes y de acción
Parece fácil asociar ilusión a vacaciones. Pero, ¿es porque sin obligaciones uno se siente más contento? ¿O no tiene nada que ver? «La vacaciones son una etapa muy deseada. Y en ese tiempo de espera hasta que llegan, la ilusión crece poco a poco, porque uno se va imaginando dónde irá, qué hará, qué le aportarán, etc.», expone Fernández. Al imaginarse todos estos aspectos, se sienten emociones que conectan con los sentimientos y alimentan la ilusión.
«Y ¡aún más! Vamos dando los pasos necesarios para ir convirtiéndolas en realidad (hacer las reservas, planear con los amigos qué se verá, etc.). Nuestra actitud es de anticipación y predisposición. Estamos abiertos a ser protagonistas reales. ¡Es muy emocionante! Esa expectativa y resultado nos proporciona mucha satisfacción y mantiene vivita y coleando la ilusión», señala la especialista.
La ilusión: y después de las vacaciones, ¿qué?
Pero las vacaciones llegan a su final y el nuevo curso está a la vuelta de la esquina. Esto significa que tanto adultos como niños deben retomar la rutina diaria. Pese a que parece que el escenario es poco alentador, Lecina Fernández insiste en que es un punto de inflexión «buenísimo y a nuestro favor». Hay que vivir este momento como una oportunidad para plantearse qué ilusiones se quieren vivir en este nuevo curso, en esta nueva temporada laboral.
La psicóloga recomienda que cada uno se haga preguntas como ¿Qué me gustaría o me haría ilusión aprender este curso? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué sentido tendría en mi vida? ¿Qué me haría ilusión experimentar? ¿En qué cambiaría mi vida? ¿En qué me gustaría convertirme? «De igual manera que hicimos con las ilusiones de las vacaciones, ahora hay que imaginar y anticipar qué nos gustaría que ocurriera en nuestra vida relacionado con el curso y con nuestra profesión. Cualquier ilusión, al ponerla en marcha, cambia tu vida«, advierte esta especialista.
Pero, en ocasiones, lo difícil es pensar qué ilusión le gustaría a uno vivir, más que ponerse en marcha y perseguirla. Aunque al inicio de la nueva temporada las ilusiones tienen un escenario distinto al de la época estival, también vienen cargadas de emociones, proyectos, actitudes y de acción. «La ilusión da un valor especial a nuestro proyecto de esta temporada, lo hace nuestro, nos ayuda a darle un sentido, a construir nuestra vida con nuevas expectativas. Si nos lo proponemos, ahora es muy buen momento para mejorar la vida y crecer», asevera esta psicóloga.
Siete consejos para que la ilusión no decaiga
Aunque son muchos y muy variados los tips o recomendaciones para fomentar la ilusión y hacer que no decaiga, Lecina Fernandez ofrece un avance de su próximo libro -‘Ilusión positiva’- y resume algunas de las técnicas o trucos útiles para activar la ilusión ante la nueva temporada:
- 👉 ¡Ojo! No confundir una ilusión con una meta. Una cosa son las metas que uno se propone y otra distinta las ilusiones que a uno le gustaría vivir en la escuela o en el entorno laboral. La experta señala que es útil preguntarse «¿Qué me hace ilusión para esta nueva temporada? ¿Qué me gustaría conseguir que fuese realidad en clase o en el trabajo?». No son objetivos o metas para el nuevo curso, sino ilusiones.
- 👉 Buscar dentro de cada uno. Una ilusión es un motor, y hay que aprender a usarlo. La ilusión es lo más parecido a la motivación intrínseca, surge en el interior de cada uno, es una historia o proyecto personal que se elige con plena libertad, que anima y hace feliz llevarla a cabo. Va de dentro hacia fuera y de fuera hacia dentro. Hay que buscar dentro de uno mismo.
- 👉 Es necesario imaginar la ilusión. Es necesario pensar qué ilusión se quiere, cómo ponerla en marcha, cuándo, dónde, para ir convirtiéndola en realidad. Si no se sabe imaginar y ver cuál es el camino hacia ella, no se sabrá buscar.
- 👉 Preguntarse para qué. Hay que dar valor a la ilusión imaginada, saber qué se logra con ella. Hay que darle sentido, interiorizarlo, hacerlo propio. Cuando se consigue, crece la confianza en uno mismo y la fuerza para nuevas ilusiones.
- 👉 Hay que pasar a la acción. Poner en marcha la idea para que vaya transformándose, cristalizándose hasta convertirse en realidad.
- 👉 ¡Cuidado! El peor enemigo de la propia ilusión es uno mismo. Son el miedo, la vergüenza o la pereza. Durante la acción y el proceso de la ilusión hay que lidiar con los propios miedos y obstáculos.
- 👉 Con ilusión se vive mejor y se es más feliz. Las personas con ilusión se implican y comprometen con la vida y, además, con alegría. Cuando se está ilusionado, la alegría vive dentro de uno. Este es uno de los datos que se extrae del estudio nacional «¿Qué es la ilusión? Qué piensan los españoles que es la ilusión y cuán ilusionados están», de Lecina Fernández, realizado por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid y promovido por ONCE y Fundación ONCE. En este informe se muestra que los españoles asocian la ilusión a la alegría con un valor de casi 9 puntos en una escala de 0 a 10. Por ello, la especialista insiste en que vale la pena el esfuerzo de pensar en las ilusiones para esta nueva temporada.