Qué es la aerofobia
La aerofobia o pánico al avión es un trastorno de ansiedad que se produce en los pasajeros que creen no tener la situación bajo control, así está clasificada por la psicología. Una disciplina que defiende que uno de sus orígenes puede ser el miedo a las alturas o la sensación de tener un accidente y no poder salvarnos. Es un problema real e importante que afecta a muchas personas y que les invalida tanto en su vida profesional como personal. No hay una única razón que contribuya a que se desarrolle este trastorno; a veces se trata de una mala experiencia en un vuelo previa y en otras ocasiones, su origen es incierto o desconocido.
Es frecuente que se asocie el miedo a volar con otras fobias como claustrofobia y agorafobia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los niveles de ansiedad pueden verse aumentados por la presencia de otros factores relacionados con el estrés y desórdenes de la personalidad. La sensación de ahogo se produce momentos antes de emprender el viaje. En el avión, a miles de metros de altura, el temor a que se sufra un accidente puede provocar reacciones de todo tipo y hay quienes no resisten la presión y hablan sin parar con su compañero de asiento. Otros, sin embargo, desahogan su pánico con las azafatas y azafatos, y hay quién llega a desobedecer las normas de aviación civil y se quita el cinturón de seguridad.
No todas las aerofobias son iguales, hay distintos grados de intensidad; la mayor parte de quienes la sufren son capaces de controlarla y se animan a volar. Sin embargo, hay un porcentaje pequeño de afectados por una aviofobia que están incapacitados a subir a un avión. En ambos casos hay tratamientos, terapias psicológicas y cursos específicos en cómo perder el miedo a volar.
¿Cuáles son los síntomas y causas del pánico a volar?
Los síntomas más comunes son:
- Ansiedad
- Dificultad para respirar
- Sudores
- Sensación de ahogo
- Mareos
- Confusión
- Ganas de vomitar
- Ritmo cardiaco acelerado
- Ganas de llorar
Así como los síntomas son variados, las causas también lo son; no se puede hablar de una sola razón que origine una fobia a volar. Estas algunas de las más comunes:
- 👉 La impresión que produce el haber escuchado y visto imágenes de un accidente aéreo con cientos de muertos. Eso puede afectar de manera negativa a una persona que, en lugar de pensar que es el medio de transporte más seguro, se acuerda de esas imágenes y esas cifras de fallecidos, que suelen ser elevadas.
- 👉 Asociado con la anterior, están también las películas y series que hemos visto sobre accidentes aéreos y supervivientes que ante un momento de turbulencias podemos llegar a pensar que nos puede pasar lo mismo. Por no hablar de los ataques terroristas, como los del 11S, cuyas imágenes están grabadas en la memoria de todos. En todas las personas no produce las mismas reacciones, pero en otras esos recuerdos pueden ser el detonante de una crisis de ansiedad.
- 👉 La memoria sigue siendo la protagonista de la aerofobia cuando antes de volar nos acordamos de esas historias que un primo, hermano o vecino nos contó un día sobre el accidente de un avión… Aunque nunca las tenemos presentes, en estos momentos no podemos dejar de pensar en ellas hasta el punto de no llegar a volar.
- 👉 Experiencias traumáticas personales o de familiares cercanos. Es posible que la mala experiencia sufrida por parte de un familiar en un avión nos haya afectado tanto que también haya originado miedo, pánico a volar.
- 👉 Claustrofobia. El pánico por no poder salir de un espacio tan pequeño y cerrado durante horas puede producir un miedo irracional con ataques de ansiedad que no ceden hasta que se aterrice y por fin el pasajero pueda pisar tierra firme y respirar al aire libre. Con las diminutas ventanas como único medio de contacto exterior aumentan las posibilidades de sufrir pánico.
- 👉 La altura a la que vuela el avión, a miles de metros del suelo, crea un clima de inseguridad que puede desencadenar en pánico.
- 👉 Volar de noche o sobre el agua. No ver tierra debajo de los pies o viajar completamente a oscuras durante muchas horas provoca auténtico pavor, ya que el viajero no cuenta con ningún elemento visual de referencia. Sucede en vuelos largos y transoceánicos.
Tratamientos y cómo perder el miedo a volar
Hay cursos específicos que ayudan a superar el miedo a volar, algunos impartidos por diferentes compañías aéreas.
✈️ Así, en España la compañía Iberia ofrece un curso para perder el miedo a volar; se lleva a cabo durante un fin de semana en Madrid y se centra en tres aspectos fundamentales:
- Información aeronáutica para combatir la incertidumbre del pasajero, que muchas veces está en la base de su miedo. Esta información contempla aspectos tan variados como la formación de los pilotos, los sistemas de seguridad aérea, las revisiones a las que se someten los aviones o las leyes físicas básicas que explican cómo se sustenta el aparato en el aire.
- Apoyo psicológico para comprender en qué consiste el miedo a volar y para hacerle frente.
- Experiencia real para poner en práctica lo aprendido, mediante la realización de un vuelo de ida y vuelta entre Madrid y Barcelona asistido por los mismos especialistas y en Clase Bussines, lo que permite a los asistentes seguir trabajando en la superación de su miedo. Como paso previo, se visita el simulador con el fin de realizar una primera aproximación al vuelo real y, además, experimentar situaciones no habituales, conociendo así cuáles son las reacciones del avión y de los pilotos ante ellas y comprobar que todo está controlado.
- Su precio se acerca a los mil euros.
✈️ Air Europa también proporciona cursos para volar. Estas son algunas de las características del curso:
- Durante los viernes por la tarde y sábados, con un total de 15 horas.
- El primer día lo dedican a la teoría; a conocer la aviación, a desterrar los mitos y al control y gestión de la ansiedad.
- El segundo día se suben a un avión; se come en destino y después se vuelve a la base. El vuelo está pilotado por el psicólogo que da las clases, con el fin de que la confianza sea mayor.
- La aerolínea ofrece los cursos en Madrid, Barcelona y Palma.
- Su precio oscila alrededor de los mil euros
- Los grupos son de diez personas, pero también los ofrecen para empresas y de forma individual.
- El curso incluye contenidos didácticos, comida y dos vuelos en clase Business. Suelen utilizar un Boeing 737-800 de última generación y un Embraer 195.
Además de estos cursos que proporcionan las aerolíneas, hay centros psicológicos privados que también ayudan a perder el miedo a volar.
Consejos para viajar en un avión si se tiene miedo
- 👍 No acumular ansiedad, especialmente por las prisas. La ansiedad se acumula y no es deseable que un vuelo que podría ir bien provoque alteraciones por un estado de ánimo que nada tiene que ver con el avión.
- 👍 Planificar las distracciones para el vuelo, sobre todo para los vuelos largos. Hay que cambiar de tarea al menos cada 45 minutos incluyendo paseos por el avión en los vuelos de más de dos horas. Carga en la tableta alguna serie divertida a la que ya estés enganchado, o que conozcas bien y no te importe volver a ver. Lleva pasatiempos, mandalas para pintar, etc. La lista de distracciones posibles es interminable y dependerá de las preferencias de cada persona.
- 👍 Pedir ayuda sicológica: los programas de intervención psicológica basados en distintos procedimientos son una herramienta efectiva para superar el miedo a volar.
- 👍 Identificar los pensamientos que nos generan ansiedad y añadirles «sin embargo…» y concluir nuestras frases con algo positivo.
- 👍 Respirar de modo adecuado. Parece un tópico pero en realidad pone en marcha los mecanismos de relajación internos.
- 👍 No pensar que como no nos gusta no existe; no hay que evadir el hecho, sino pensar en él y pensar cómo va a ser ese día que se va a viajar en avión.
- 👍 Informarse sobre la seguridad del avión frente a otros medios de transporte, como el coche. Las estadísticas dicen que la probabilidad de tener un accidente en un avión es de 1 entre 2,5 millones.
- 👍 Evitar el estrés el día del vuelo y no tomar bebidas excitantes desde el día anterior.
- 👍 No tratar de ahogar el miedo en alcohol, pues se puede producir el efecto contrario al deseado e incrementar la sensación de angustia.
- 👍 Lo mejor es elegir un asiento de pasillo para evitar mirar por la ventanilla.
- 👍 Los ejercicios de relajación contribuyen a vencer la ansiedad que genera el miedo a volar.
- 👍La lectura, la música u otras distracciones similares ayudan a abstraerse del hecho de que se está volando. Si se puede dormir, aun mejor.
- 👍 Ante un episodio de turbulencias, hay que pensar que el piloto está acostumbrado a estas situaciones, que es un profesional y que, además, el avión está preparado para soportar todo tipo de movimientos bruscos.
- 👍 Conviene llevar ropa cómoda que permita moverse con libertad en el asiento.
Errores que aumentan el miedo a volar
- Evitar volar debido al aumento de ansiedad producido por la situación, bien durante la idea de un viaje, el momento de la compra del billete, al llegar al aeropuerto…
- Decidir exponerse a un vuelo sin tener las herramientas para gestionar la ansiedad, ni el conocimiento adecuado y esencial para afrontar la situación.
- Tomar pastillas sin prescripción médica. La ingesta de pastillas es una de las salidas de un gran número de pasajeros que sufren este miedo irracional, pero solo deben tomarse bajo prescripción médica, y siempre teniendo en cuenta que nos podemos volver dependientes de ellas para volar.
- Acudir al curso en contra de su voluntad. Se desaconseja asistir a un curso contra el miedo empujado por otras personas, así como regalárselo a alguien que tiene miedo a volar o incluso que en una empresa apunten a un trabajador sin que lo haya propuesto él.
Abstenerse de volar
Aunque “volar es seguro”, como recuerda en su página web la Dirección General de Aviación Civil en España, dependiente del Ministerio de Fomento, este organismo recomienda que se abstengan de viajar las personas con problemas específicos. Estos son algunos de ellos:
- Personas que se hayan sometido a una operación quirúrgica reciente: en especial, ocular, de abdomen o pulmonar.
- Quienes tengan una pierna escayolada
- Si se ha sufrido un infarto, una angina de pecho o si se tienen trastornos circulatorios.
- Ante una enfermedad pulmonar o insuficiencia respiratoria.
- Personas que han padecido o sufren sinusitis crónica, infecciones del oído medio u otitis.
- Si se tienen congestiones nasales, derivadas de infecciones o alergias respiratorias.