La crisis sanitaria provocada por la covid-19 está lejos de llegar a su fin. Una nueva ola de contagios en España ha encendido otra vez las alarmas y promete ponernos a prueba en los próximos meses. En estos días, muchas personas se preguntan si habrá que encerrarse en casa a cal y canto para contener el avance del virus y cuáles serán los efectos que tendrá una segunda cuarentena, tanto en lo económico como en lo educativo y, por supuesto, en la salud personal. Una de las dudas más recurrentes es cómo afectará a nuestra salud mental: ¿seremos capaces de hacer frente a otro confinamiento?
¿Habrá otro confinamiento?
Es la pregunta que todo el mundo se hace en estos días. La respuesta, sin embargo, no es sencilla. A pesar de que el número de casos en el país va in crescendo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el confinamiento generalizado tendría que llevarse a cabo solo si la situación epidemiológica fuera «muy alarmante». El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) en España considera que tendrían que cumplirse tres condiciones para que esto ocurra:
- un grado de transmisión comunitaria no bien controlado
- un brote que afecte a un amplio territorio
- que las medidas puestas en marcha por las comunidades autónomas no sean suficientes para poder controlar la transmisión.
«Hoy pensamos que no sería necesario y que lo importante es intentar evitarlo al máximo por las consecuencias económicas y en la salud mental, y porque dejan de prestarse servicios básicos de salud. Hay que ser muy estratégicos y tácticos en cuanto a la aplicación de esas medidas», afirmó recientemente María Neira, directora de Salud Pública y Medioambiente de la OMS, a la agencia de noticias Efe.
Segundo confinamiento: efectos en la salud mental
Después de las vacaciones, lo que menos esperamos es una nueva cuarentena general. Para muchos, los días de asueto han sido una vía de escape de momentos de angustia, estrés, miedo, incertidumbre y gran tristeza. Desde el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid indican que al menos un 25 % de la población española (unas 10 millones de personas) está en riesgo de presentar problemas psicológicos derivados de la pandemia.
«La primera ola de la pandemia ha ‘servido’ para poner a prueba la resistencia de cada persona, afectando especialmente a aquellas que ya contaban con patologías previas, las cuales se han visto agravadas sobre todo contaban con un tratamiento al que no han podido dar seguimiento», afirma Juan Moisés de la Serna, doctor en Psicología y autor de varios manuales sobre los efectos mentales de la covid-19. «Igualmente algunas patologías han aparecido asociadas a la situación de encierro, sobre todo depresión y estrés… Tras la apertura se han ido recuperando los niveles normales al eliminarse la fuente de dichos problemas», agrega.
Pero no ha sucedido lo mismo con el estrés postraumático. Sobre todo entre aquellos que han perdido algún familiar o conocido, y que se presenta de forma grave entre el personal sanitario, de emergencia, personal de rescate y la policía, destaca el experto. «Es a estas personas donde un segundo confinamiento les afectará en sobremanera, no en el aspecto de agravar sus síntomas, sino en que no les permite ‘liberarse’ del trastorno, lo que facilitaría que se convirtiese en crónico con los importantes perjuicios que conlleva en su vida personal y social», advierte el especialista.
Los expertos de Top Doctors han detectado cómo las conductas obsesivas, fobias o trastornos psicológicos temporales han afectado en mayor o menor medida a la población, con o sin sintomatología previa. «Cuando se abrió la puerta y los españoles salieron de casa, nos empezaron a llegar consultas con estados de hipocondría y comportamientos compulsivos, aprehensiones, obsesiones y miedos«, explica Marta de la Fuente Lago, psicóloga sanitaria y directora de formación del Centro de Psicología Área Humana en Madrid, especialista en trastornos de ansiedad y estrés, y miembro de esta plataforma.
«Pero, de forma general, lo que nos trasladan los pacientes es su estado de agotamiento físico y psicológico«, agrega la especialista. Una nueva cuarentena general, dicen los expertos, podría acrecentar las secuelas que aún no han sido curadas. Entre los padecimientos que se podrían experimentar están las grandes dosis de frustración, ira, desmotivación, dificultad para conciliar el sueño y menor resiliencia.
De la Serna considera que los efectos psicológicos serán menores. «Hay que tener en cuenta que, a diferencia de la primera vez, ahora se ha superado con éxito en la mayoría de los ciudadanos, por lo que la segunda o tercera vez que haya que confinarse no tendrán mayores consecuencias negativas sobre la salud psicológica, ya que la experiencia de superación de una situación desconocida refuerza la resiliencia de la persona y la autoconfianza en sí mismo», asegura.
Los más jóvenes y desempleados, en riesgo
El segundo confinamiento podría afectar psicológicamente a los más jóvenes. A pesar de la interconectividad que ofrecen las redes sociales, son los que peor han llevado la pandemia y el confinamiento, comenta De la Serna. «No tanto por las consecuencias económicas o personales, sino porque nadie les ha enseñado a cómo afrontar la situación, ni cómo estar preparados para un segundo encierro, pues a diferencia de los adultos, los jóvenes no han sabido ni querido pedir ayuda a profesionales de la salud mental para superar las consecuencias vividas», subraya.
Pero quizás los más perjudicados serán los adultos que han perdido su puesto de trabajo. «Un segundo confinamiento no hace sino agravar la situación económica… El riesgo en este caso, no es solo de sufrir depresión, sino en el aumento de los pensamientos e intentos suicidas, los cuales se han observado cómo se incrementan en tiempos de crisis económicas», abunda el doctor en Psicología.
Mente sana en cuerpo confinado
En caso de que se presente un nuevo confinamiento, los expertos en salud mental recomiendan organizar el día de manera que se sepa siempre qué es lo que se va a hacer, para obtener sensación de control. Se recomienda intentar hacer cosas que hasta ahora no se podía por falta de tiempo. «Ahora que se tiene, hay que disfrutarlo», dicen los expertos de Top Doctors. Asimismo, los especialistas recomiendan mantener el contacto con la gente de nuestro alrededor e intentar conseguir un momento para hacer ejercicio físico, aunque sea dentro de casa. Sobre todo hay que intentar transmitirles tranquilidad y control a nuestros seres queridos.
Además, para evitar situaciones de depresión, la OMS recomienda lo siguiente:
- Hacer ejercicio aeróbico, en horas de luz solar, al menos 50 minutos al día.
- Comer sano y, si es posible, dieta mediterránea.
- Dormir, en horizontal, al menos unas ocho horas.