Se registra un aumento en el diagnóstico de piedras en el riñón en pacientes jóvenes, según advierten desde la Asociación Española de Urología (AEU). Cada año se detectan 300.000 casos nuevos, explicaron los profesionales durante el LXXVII Congreso Nacional celebrado en Vigo (Pontevedra).
En la cita, a la que han acudido cerca de un millar de urólogos, se han debatido los últimos avances en manejo y detección de las patologías urológicas, así como las causas de esta situación actual. De esta forma, «el abandono de la dieta mediterránea y el aumento de obesidad, hipertensión arterial y dislipemia» son las principales motivaciones de las litiasis de ácido úrico, señalan.
El coordinador del Grupo de Litiasis de la AEU, el doctor Juan Antonio Galán, afirma que «muchas publicaciones relacionan el llamado síndrome metabólico con una mayor incidencia de litiasis». Además, advierte de su peligro al confirmar que «es un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares». Más de dos millones de personas sufren cálculos renales en España, de los cuales «un 30% necesita un tratamiento para expulsarlos», indica. El perfil de estos enfermos es un varón con una edad comprendida entre los 30 y los 50 años.
Paras reducir su incidencia, los urólogos recomiendan seguir una serie de medidas higiénicas y dietéticas, entre las que se encuentran «la ingesta abundante de líquidos y seguir una dieta basada en alimentos variados y con una dosis adecuada de calcio». Además, «no se debe abusar de los hidratos de carbono refinados, las proteínas y la sal», explican.
En cuanto a las formas de diagnóstico, este se produce de manera «más frecuente» por el llamado cólico nefrítico, señala Galán. Tras él, se debe estudiar la historia clínica del paciente y realizar técnicas radiológicas como las radiografías, las ecografías y la tomografía axial computerizada. Por último, el tratamiento «estrella» es la litotricia extracorpórea por ondas de choque, sostiene. Mediante esta técnica se fragmentan las piedras del riñón a través de disparos de energía, aunque «un 70% de los pacientes las expulsan espontáneamente», concluye.