Un estudio, publicado recientemente en la revista ‘The Lancet’, realizado en pacientes cardiovasculares, concluye que, además de disminuir el aporte de sal en la dieta y el control del hábito tabáquico, dosis bajas de ácido acetilsalicílico son clave en la prevención de eventos cardiovasculares, tal y como muestra la evidencia científica existente.
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Los resultados del estudio, efectuado en el Brigham Women´s Hospital de Boston (EE.UU.), muestran que una reducción de la sal en la dieta, controlar el hábito tabáquico y una combinación de varios fármacos entre los cuales se encuentra la aspirina, que se comercializa bajo el nombre de Adiro® en España, podrían prevenir millones de muertes en personas con riesgo cardiovascular en los próximos 10 años. El estudio, además, considera al ácido acetilsalicílico como ‘piedra angular’ en la prevención y reducción de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
Nuevas estrategias
El tratamiento estudiado prevendría 18 millones de muertes, de los 24 millones previstos, en 23 países durante los próximos 10 años. Así de tajantes son las conclusiones del estudio coordinado por Thomas Gaziano y Stephen S. Lim que señalan como la evidencia de que la prevención de las enfermedades cardiovasculares es un hecho. Con este estudio, los autores quieren hacer incidencia sobre la importancia de la prevención de estas enfermedades prevalentes y la necesidad de buscar estrategias adecuadas, sobre todo, para grupos de población tradicionalmente sin riesgo de padecer este tipo de enfermedades, como son las mujeres.
La enfermedad cardiovascular causa el 49% de todas las muertes en Europa y una cuarta parte de los europeos sufren discapacidades a consecuencia de ellas
Durante muchos años, el perfil de paciente cardiovascular ha sido un hombre de mediana edad y, por este motivo, la investigación y estrategias de prevención iban encaminadas a este grupo en particular. Pero las cosas están cambiando, tal y como reflejan los últimos datos hechos públicos según por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que informan que las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de muerte en las mujeres. La enfermedad cardiovascular causa el 49% de todas las muertes en Europa, y casi una cuarta parte de los europeos sufren discapacidades a consecuencia de ellas, según datos de la European Heart Network.
Poca aspirina, mejor
Que la aspirina en dosis baja es lo mejor para prevenir el ataque cardiaco, ya había estudios que así lo indicaban. Un estudio publicado el año pasado en ‘Journal of the American Medical Association’, ‘JAMA’ aseguraba, asimismo, que dosis más altas además de no proporcionar más protección, aumentan el riesgo de sangrado gastrointestinal.
La investigación, llevada acabo por especialistas de la Universidad de Kentucky (EE.UU.) y liderada por Charles L. Campbell, pone de manifiesto que una dosis diaria de aspirina de 75 a 81 miligramos (mg) es lo mejor para la prevención a largo plazo de enfermedad cardiovascular y accidente cerebrovascular sin causar efectos secundarios graves. En EE.UU. unos 50 millones de adultos toman aspirina como prevención de eventos vasculares y, generalmente, las dosis oscilan entre 81mg. (que se prescribe en un 75% de los casos) y 325 mg (recetada en el 25%) al día.
En otra revisión sistemática publicada igualmente en ‘JAMA, se apunta que la dosis ideal de aspirina para la prevención de las enfermedades cardiovasculares se encuentra por debajo de los 100 mg/d. De la misma manera, los autores insisten que no existe ninguna dosis exenta de riesgo (incluso la dosis ‘ideal’), y que éste aumenta en función de la dosis empleada. Aunque están de acuerdo en que el uso de aspirina muestra un balance riesgo-beneficio favorable en aquellos pacientes de riesgo cardiovascular elevado.
Mantener a raya los factores de riesgo es posible mediante la aplicación de sencillas medidas higiénico-dietéticas, aseguran los especialistas. Casi el 60% de los pacientes con riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular presentan un factor de riesgo modificable, como la hipertensión arterial (HTA), uno de los más graves por encima de la obesidad, diabetes y tabaquismo. Para ayudar a controlar la HTA (en España hay ocho millones de hipertensos) invitan, desde la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial, seguir con unas recomendaciones.
Una dieta equilibrada (disminuyendo el consumo de sodio como condimento o de alimentos elaborados como conservas y salazones, y controlar el colesterol), evitar hábitos tóxicos como el tabaquismo (las últimas evidencias no asocian el consumo moderado de café a elevaciones de la presión arterial), reducir el peso si existe obesidad y mantener una dieta adecuada en aporte de calcio y potasio, además de abandonar el sedentarismo con un programa adecuado de ejercicio físico, son medidas clásicas pero eficaces, señalan los expertos.