Depresión postparto en clave masculina

Los hombres muestran signos de depresión postparto en la misma proporción que las mujeres después del nacimiento de un hijo, según un estudio estadounidense
Por Montse Arboix 30 de abril de 2007

Ellos beben, trabajan y van a ver deportes más de lo habitual y también permanecen más en soledad. Aproximadamente un 20% de los padres primerizos padecen determinados síntomas que se corresponden a la depresión postparto. La evidencia sobre este aspecto en las mujeres es indudable pero hasta este momento los estudios hechos sobre la otra parte de la pareja no reflejaban toda la realidad, probablemente porque las preguntas no eran las adecuadas. Ahora un estudio muestra que el impacto de un nuevo nacimiento puede afectar de la misma manera a ambos progenitores.

Un nacimiento siempre, o casi siempre, es un motivo de alegría pero no está exento de situaciones estresantes. Cuando una madre experimenta sensaciones de agobio, extenuación y cambios de humor que van más allá de las primeras semanas del nacimiento de un bebé, los expertos hablan de depresión postparto. Los cambios hormonales asociados con el embarazo, el incremento de responsabilidad y el estrés se apuntan como posibles causas.

Pero contrariamente a lo que se venía creyendo, las mujeres no son las únicas que sufren este tipo de depresión, ya que también puede afectar a los hombres. Además, la depresión en los padres podría afectar significativamente al niño. Los datos apuntan que cuando alguno de los dos progenitores experimenta depresión postnatal, el hijo tiene tres veces más de posibilidades de tener problemas de conducta: desde problemas emocionales y dificultades en la escuela hasta problemas de salud asociados.

Ellos también sufren

Casi la misma proporción de madres que de padres padecen depresión postparto. Así reza un artículo publicado en Pediatrics en 2006. Aunque se habían realizado estudios anteriores, los resultados no eran estadísticamente significativos. Para este último trabajo, coordinado por James F. Paulson, profesor de pediatría y psicología y ciencias de la conducta del Centro de Investigación Pediátrica de la Escuela de Medicina de Eastern Virginia (EEUU), se han seguido un total de 5.000 progenitores.

Los padres, después del nacimiento, pueden experimentar igual o más frustración que las madres al sentirse poco útiles en el grupo familiar

Los resultados se extrajeron de un cuestionario y de unas entrevistas en los que se analizaban las interacciones básicas cotidianas, tanto de las madres como de los padres, como prácticas de lactancia y ratos de ocio compartido con el bebé. A una de las conclusiones que llegan los autores es que este tipo de actividades están deterioradas si hay depresión. Según los autores, los pediatras deberían esforzarse en detectar estas situaciones de forma precoz en los dos progenitores.

William Coleman, de la Universidad de Carolina del Norte y presidente del comité de aspectos psicosociales de la salud infantil y familiar de la American Academy of Pediatrics, asegura que la sensación de fascinación tras el parto en los padres puede desaparecer según las circunstancias que envuelvan a la familia. Los padres pueden experimentar tanta o más frustración, ya sea sexual o emocional, al sentirse poco útiles en el grupo familiar. Según este experto, los signos son muy diferentes a los exteriorizados por las madres: ellos beben, trabajan y van a ver deportes más de lo habitual y también permanecen más en soledad.

Diferentes manifestaciones

Un estudio llevado a cabo en la Universidad Hebrea de Jerusalén y publicado en 2005 en The Lancet ya señalaba que la patología no se había detectado antes porque las preguntas que se hacían a los varones eran incorrectas. En este trabajo se examinaba la evolución de casi un centenar de padres desde antes que naciera el primogénito hasta varias semanas después del nacimiento. Las conclusiones a las que llegaba, según el coordinador del estudio Gil Goldzweig, era que un 17% de varones sufren depresión postparto, cifra similar a las mujeres.

En lugar de preguntar sobre sensaciones de tristeza, desdicha o cambios de humor, los expertos hebreos se encaminaban hacia cuestiones sobre frecuencia de relaciones sexuales, ingesta de bebidas alcohólicas, relaciones extramatrimoniales, enfrentamientos con compañeros de trabajo o pareja e imposibilidad de cumplir con los horarios laborales. Según los investigadores, el hombre es reacio a expresar dificultades sobre todo asociadas a sentimientos. La mayoría de ellos relataba una infancia bajo la mirada crítica de un padre estricto y con escasa comunicación entre ellos. Para los hombres, según se extrae del estudio, es mucho más fácil ser padres si la pareja tiene puntos de vista tradicionales relacionados con los roles de cada una de las partes y es más dificultoso en aquellas parejas menos conservadoras, creando ansiedad en el hombre.

DEMASIADO COBRE EN MUJERES

ImgImagen: Luke Hansen

Las mujeres con antecedentes de depresión postparto tienen niveles inusualmente altos de cobre en sangre. Esta es la conclusión de un estudio coordinado por William J. Walsh y realizado en el Centro de Tratamiento Pfeiffer y el Instituto de Investigación en Salud en Warrenville, Illinois (EEUU). Aunque muchas mujeres presentan cierto grado de depresión durante un corto periodo de tiempo después del alumbramiento, casi el 15% padecen depresión postparto severa. Hasta ahora se desconocían los mecanismos de por qué algunas mujeres son más vulnerables que otras. Este hallazgo, a razón de sus autores, sugiere que los niveles de cobre influirían en el desequilibrio bioquímico como origen del problema.

El equipo de Walsh halló que el nivel de cobre en la sangre era mucho más alto en 78 mujeres con antecedentes de depresión postparto que en aquellas sin trastorno y en las que habían sufrido depresión no relacionada con el nacimiento de un hijo. Los expertos estudiaron el nivel de cobre en 78 mujeres con depresión postparto previa, en 148 con depresión no asociada y en 28 sin antecedentes. El nivel de cobre promedio para el grupo con la condición postparto fue de 131 microgramos por decilitro (mcg/dL) de sangre, contra 111 mcg/dL en el grupo con depresión no asociada y 106 mcg/dL entre las mujeres sin depresión.

Los resultados, publicados en Journal of Trace Elements in Medicine and Biology, relatan que durante el embarazo los niveles de cobre en sangre tienden a elevarse hasta más del doble de lo que es usual en condiciones normales y que, en el caso de mujeres con depresión postparto y debido posiblemente a un fallo genético en la proteína que regula sus niveles, continuarían altos. Según los autores, niveles altos de cobre de forma continua puede alterar el equilibrio de la dopamina y la norepinefrina, dos sustancias químicas que regulan el estado de ánimo. Los expertos añaden que, aunque las diferencias no prueban que los niveles altos sean la única causa de depresión postparto, las mujeres tratadas con suplementos que corrigen el exceso de este metal respondieron bien a la terapia. Aunque, señalan, son precisos ensayos clínicos controlados que demuestren la eficacia de este tratamiento.

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