El investigador español y su equipo del centro Memorial Sloan-Kettering de Nueva York han descubierto dos nuevos genes implicados en la transmisión del cáncer de mama al pulmón.
Estos expertos han confirmado que los genes ID1 e ID3 son claves para que las células que salieron de un tumor de mama puedan formar otro una vez han penetrado en el tejido pulmonar.
Massagué explicó que aunque se crea que una célula cancerosa crece en todas partes sin problemas y de forma acelerada, lo cierto es que cuando llegan solas a un nuevo tejido se encuentran con un entorno «hostil» y muy distinto del que proceden.
Este descubrimiento se suma al de otros cuatro genes utilizados también por las células cancerígenas para poder entrar desde el tumor de mama al torrente sanguíneo y salir luego hasta el pulmón. Gracias a esta información, se podrán combinar fármacos ya conocidos para neutralizar este conjunto de genes.