Un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York ha identificado el factor que causa el cáncer inflamatorio de mama (CIM), una forma mortal y muy rara de crecimiento tumoral. Según estos expertos, el CIM es consecuencia de una sobreabundancia de una proteína denominada eIFG4GI.
Esta proteína hace que las células cancerosas sean más adhesivas y se conviertan más rápidamente en tumores metastásicos. De ahí que el CIM pueda desarrollarse y derivar en metástasis en cuestión de semanas, indica el estudio publicado en la revista «Nature».
El equipo dirigido por el profesor Robert Schneider descubrió que el regulador de la proteína eIFG4GI derivaba en mayores niveles de los reguladores de adhesión de las células E-cadherina y p120 catenina. Estos reguladores propician que las células cancerosas se agrupen, en vez de que se peguen a los tejidos circundantes, de modo que pueden entrar en la circulación sanguínea y extenderse por todo el organismo, en un proceso conocido como metástasis pasiva, responsable de la alta mortalidad del CIM.
En los ensayos, se comprobó que el papel de la proteína eIFG4GI en el cáncer de mama depende de la desregulación de la p120 catenina, por lo que se trata de un elemento clave a tener en cuenta en el tratamiento.
«Precisar las causas moleculares de la metástasis del CIM aumenta las esperanzas de que una intervención terapéutica acertada pueda detener la propagación de esta variante particularmente agresiva del cáncer de mama», afirman los científicos.
A diferencia de otras neoplasias de mama que se presentan como un bulto, los síntomas del CIM son únicos e incluyen rojez, hinchazón, calor en el pecho, piel rojiza, morada o con protuberancias o marcas como la piel de una naranja. Ello hace que muchas veces se confunda con problemas médicos menores, lo que impide una detección temprana del mal.