Un equipo de científicos del Departamento de Fisiología Humana de la Escuela de Medicina de la Universidad de Flinders, en Australia del Sur, encabezado por el investigador John Power, ha descubierto la presencia de una enzima en el cerebro capaz de ralentizar el proceso degenerativo causado por la enfermedad del Parkinson, y que también ayudará a los enfermos de Alzheimer y demencia.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo analizó cerebros humanos donados por pacientes de Parkinson, Alzheimer u otras enfermedades neurológicas antes de morir, e identificó en ellos la presencia de grandes cantidades de la enzima (glutation-peroxidasa). Según Power, esta enzima es producida en neuronas que contienen cuerpos de Lewy (o «Lewy bodies», agregaciones de proteínas y lípidos dañados), los cuales crecen dentro de las células nerviosas y causan un proceso llamado estrés oxidativo.
El estrés oxidativo genera elementos químicos tóxicos que hacen que las células más sensibles, las que producen dopamina, crezcan y lleguen a morir, y evitan que el sistema de control motor del cerebro funcione correctamente. Sin embargo, Power señala que las células afectadas producen la enzima que desactiva el estrés oxidativo, y que otras células de apoyo, situadas alrededor del cerebro y que no han sido afectadas por el proceso, producen también el mismo enzima antioxidante.
La enzima, por tanto, se encuentra en grandes concentraciones alrededor de las lesiones, cuerpos de Lewi, que producen estas enfermedades y que en el Parkinson afectan a la movilidad, mientras que en la demencia y el Alzheimer afectan a la memoria. «La producción de las enzimas es una respuesta de las células dañadas que se intentan proteger de la enfermedad que las ataca; es el cuerpo del propio enfermo el que activa a las enzimas para que éstos a su vez inactiven el estrés oxidativo», afirma Power.
Este científico considera que si encuentran la forma de activar la enzima en el momento en que se detecte la presencia de la enfermedad, conseguirán evitar que avance el proceso degenerativo del Parkinson que es el que, al final, causa la muerte del paciente.