Un grupo de investigadores belgas y chinos han ideado una prueba sanguínea que permite detectar precozmente el cáncer de hígado, una enfermedad que está causando estragos en África y Asia. Este nuevo examen arroja resultados en cincuenta de cada cien casos en los que las pruebas hasta ahora conocidas habían arrojado resultados no concluyentes. Resulta un gran avance para la medicina y la esperanza de vida de las personas afectadas por esta enfermedad, ya que los resultados precoces permiten un mayor margen de acción a la medicina y la cirugía.
El test desarrollado por el grupo de investigadores localiza el carcinoma hepatocelular (HCC), el cáncer de hígado más extendido y que cada vez más afecta a los países occidentales. Aparece generalmente tras una inflamación del hígado debida a la cirrosis o a la hepatitis tipo B o C.
En China, medio millón de personas mueren cada año de una cirrosis o cáncer de hígado. La prueba fue elaborada examinando las concentraciones sanguíneas en pacientes chinos enfermos de cirrosis provocada por una hepatitis B y descubrieron que los niveles de dos grupos de glúcidos proteicos sufrían variaciones según el grado de desarrollo de la enfermedad.