Hoy, 29 de septiembre, la propuesta del Día Mundial del Corazón va dirigida a conseguir entornos saludables que protejan la salud cardiovascular. La Federación Mundial del Corazón (World Heart Federation), bajo el lema “El corazón de la salud”, pretende luchar de esta manera contra la ausencia de espacios verdes, los menús poco saludables y la presencia de tabaco, alcohol y comida rápida, además de la exposición al humo de los cigarrillos en los espacios de ocio, los laborales y en los hogares. A continuación se explican qué medidas tomar y cómo hacerlo para que los distintos ambientes ayuden a reducir los factores de riesgo cardiovascular.
Desde el 29 de septiembre del 2000, fecha que se designó como el primer Día Mundial del Corazón, la Federación Mundial del Corazón, con la colaboración de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aprovecha cada año para concienciar a la población sobre las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento. Para ello en más de 100 países se organizan eventos con el fin de informar a los ciudadanos sobre cuestiones relacionadas con la salud del corazón y sobre las patologías que más fallecimientos provocan en el planeta cada año (17,1 millones), y en las que el infarto de miocardio y el ictus figuran como las dos causas más importantes.
La mayoría de las enfermedades cardiovasculares son prevenibles, si se mantienen a raya factores de riesgo como el sedentarismo o el tabaquismo
Para el Dr. Leandro Plaza, presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC), esta celebración tiene el objetivo principal de concienciar a la población sobre la importancia de la prevención y del control de los distintos factores de riesgo, entre los que destacan el tabaquismo, la inactividad física y la obesidad, además de los niveles de presión arterial, colesterol y glucosa. Un aspecto importante es que la mayoría de las enfermedades cardiovasculares son prevenibles, si se mantienen a raya estos factores de riesgo. «Es necesario que la población esté formada e informada sobre cómo evitar una enfermedad. El 80% de las muertes prematuras por patología cardiovascular pueden evitarse, llevando hábitos de vida saludables como seguir una alimentación cardiosaludable, no consumir sal, moderar la ingesta de alcohol, no fumar y realizar ejercicio moderado de manera constante», explica este especialista. Por este motivo es esencial hacer llegar este mensaje a la población, ya que la prevención es la clave para mejorar las cifras de afecciones cardiovasculares.
Enfermedades cardiovasculares: primera causa de muerte
Sin embargo, después de tantos años lidiando con los factores de riesgo modificables para poner freno a estas dolencias cardiovasculares, todavía son uno de los primeros motivos de muerte en todo el mundo. Durante los últimos años y sobre todo hasta 2012, se ha reducido de forma considerable la mortalidad por enfermedad cardiovascular en nuestro país, pero no el número de enfermos cardiovasculares. ¿Cuál es la razón?
«Se ha avanzado mucho en el desarrollo de tratamientos para estas patologías pero, tal vez, no tanto en lograr un menor número de enfermos de este tipo. Además, la crisis económica ha provocado una reducción de la inversión económica en programas preventivos y, sin duda alguna, es mejor y más barato prevenir que curar. Parece pues que, tanto para las administraciones públicas como para la población en general, la prevención es una asignatura pendiente que hay que recuperar. Esperamos que este septiembre, por fin, logremos, como mínimo, subir la nota. La prevención es esencial para desbancar la enfermedad cardiovascular del número uno de las causas de muerte«, señala el presidente de la Fundación Española del Corazón.
Entornos saludables para proteger el corazón
A pesar de que el espacio donde uno trabaja, estudia o juega no debería tener efectos secundarios en la salud, lo que ocurre en realidad a veces está lejos de esta pretensión. A menudo, las personas no pueden escoger decisiones sanas relacionadas con los factores ambientales, la disponibilidad de alimentos saludables o las zonas libres de humo. Por este motivo, este año, la campaña del Día Mundial del Corazón, bajo el lema «El corazón de la salud», pretende conseguir un entorno más saludable para todos, donde disminuir los factores de riesgo cardiovascular: es decir, más espacios verdes, menús escolares adecuados o una menor exposición a la contaminación.
Para ello, las distintas asociaciones científicas han elaborado unos consejos con el fin de procurar ambientes que ayuden a proteger y cuidar la salud del corazón.
En el hogar invitan a:
- Llenar la cesta de alimentos saludables con mucha fruta y verdura, y reducir el consumo de comida preenvasada, porque suelen tener mayor contenido de grasas, azúcares y sal. Preparar almuerzos saludables tanto para la escuela como para el trabajo.
- No permitir que nadie fume en casa, por uno mismo y por los niños. Además, dejar de fumar es un buen ejemplo para los menores.
- Incrementar la actividad física y fomentarla en la familia: andar al menos media hora al día, usar escaleras en vez de ascensor, bajar una parada antes si se coge el autobús, tratar de aparcar un par de manzanas lejos del domicilio y reducir las horas que se pasan delante del televisor.
- Conocer el riesgo cardiovascular: acudir a un profesional de salud para enterarse de los propios factores de riesgo y las cifras de tensión arterial, colesterol, glucosa y peso. Y, si es necesario, seguir el plan recomendado por el experto para mejorar la salud.
Para un entorno comunitario saludableejercicio físico de manera segura y para que en colegios, lugares de trabajo y hospitales haya disponibles alimentos saludables y asequibles.
Asimismo, alientan a pedir que se procure ayuda para quienes quieran dejar el tabaco y a presentar quejas cuando las zonas de fumadores estén cerca de áreas infantiles, escuelas, lugares de trabajo o en las entradas de lugares públicos.
También, la Federación Mundial y sus miembros solicitan a la comunidad política y las autoridades sanitarias que se regule la publicidad, en radio y televisión, de comida rápida; que se desarrolle legislación para gravar los alimentos poco saludables y para promover el consumo de frutas y verduras; que se cumpla la normativa del tabaco y se prohíba su publicidad; y que se garantice la detección precoz y el tratamiento adecuado para modificar los factores en personas con riesgo alto de sufrir una enfermedad cardiovascular.
Aunque la mayor parte de los factores de riesgo son modificables, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España. A ello se le suman otros agentes relacionados con el estilo de vida actual que hacen aumentar el peligro, como el estrés, la contaminación ambiental, el consumo de drogas y las apneas del sueño. En nuestro país, son el principal motivo de mortalidad y discapacidad. Afectan a alrededor de 11 millones de personas, cifra que supone un 25% de toda la población española, y provocan la muerte a 125.000 cada año.