El ejercicio es imprescindible para favorecer la salud física y mental de los ciudadanos. Más aún después de un año marcado por la pandemia de la covid-19, que ha multiplicado el sedentarismo en buena parte de los habitantes del planeta. Por ese motivo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en marcha un ambicioso plan para favorecer la actividad física entre toda la población mundial, sea cual sea su edad y sus capacidades. Acciones simples y cotidianas como subir escaleras, desplazarse a pie o en bicicleta o realizar las tareas del hogar sirven para mantenerse en forma y combatir los efectos peligrosos de una vida sedentaria.
Que el ejercicio es bueno para mantenernos en buena forma física y mental no es algo nuevo, pero sí es necesario tenerlo presente en una sociedad tan sedentaria como la nuestra. La propia Organización Mundial de la Salud recuerda que pueden evitarse hasta cinco millones de muertes anuales con una receta bien sencilla: ser más activos. Esta recomendación llega, además, tras un año muy complicado debido a la pandemia de covid-19. El coronavirus ha traído consigo meses de confinamiento y teletrabajo, por lo que ha aumentado aún más el sedentarismo (horas y horas delante de la televisión, consolas, ordenadores, smartphones…) y los riesgos que implica la falta de ejercicio para la salud.
Actividad física para todas las edades
Así que qué mejor manera de empezar 2021 que desterrar esos malos hábitos y cambiar el sofá por el ejercicio, bien al aire libre, en el gimnasio o en casa. Basta con sacar algunas horas a la semana para moverse y mantener los músculos en forma. Porque llevar una vida activa favorece el crecimiento en los niños y adolescentes, mejora la salud en la gente joven y adulta, y favorece el envejecimiento saludable en los mayores.
Sostiene la OMS que cualquier persona, sea cual sea su edad y sus capacidades, puede ser físicamente activa, y que cada tipo de movimiento, por pequeño que sea, cuenta. La institución recuerda que la actividad física regular es fundamental para prevenir y ayudar a manejar las cardiopatías, la diabetes tipo 2 y varias clases de cáncer (entre ellos, el de mama y el de colon), así como para reducir la hipertensión y los síntomas de la depresión y la ansiedad, disminuir el deterioro cognitivo, mejorar la memoria y potenciar la salud cerebral.
Por todos estos motivos, las autoridades sanitarias recomiendan a toda la población adulta —incluidas las personas que padecen afecciones crónicas o tienen alguna discapacidad— que practiquen cada semana de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica, de intensidad moderada a fuerte. En el caso de niños y adolescentes, el promedio es de 60 minutos diarios. Y a los mayores de 65 años, se les aconseja que practiquen actividades que les permitan reforzar el equilibrio y la coordinación, así como a fortalecer los músculos, para ayudar a prevenir las caídas y mejorar la salud.
De hecho, toda actividad física es beneficiosa y puede realizarse como parte del trabajo, el deporte, el ocio o el transporte, pero también del baile, el juego y las tareas domésticas, como la jardinería y la limpieza. Por todo ello, la OMS anima a todos los países del mundo a que se sumen al Plan de acción mundial sobre actividad física 2018-2030. El objetivo es fomentar la práctica de ejercicio entre toda la población del planeta, ya que además de prevenir enfermedades, ayuda a mantener un peso corporal saludable y mejora la calidad de vida y el bienestar.
Ejercicio y salud: el beneficio de las acciones cotidianas
Acciones tan sencillas y cotidianas como caminar, subir escaleras, montar en bicicleta, pedalear o practicar deportes son beneficiosas para la salud. De hecho, basta con realizar este tipo de actividades diarias para alcanzar con facilidad los niveles de actividad recomendados por la OMS. Otro dato para tener en cuenta: quienes hacen poco ejercicio tienen un 20 % y un 30 % de mayor riesgo de muerte.
- Andar a paso ligero, nadar, ir en bici o correr son acciones beneficiosas para todo nuestro organismo, ya que exigen al corazón y a los pulmones que se activen para transportar oxígeno a nuestro cuerpo.
- Algunos ejercicios, como utilizar aparatos, saltar o subir escaleras, también sirven para fortalecer nuestros músculos.
- Otras actividades, generalmente las que hacen que nuestro cuerpo haga impacto contra el suelo (saltar, correr), ayudan a nuestros huesos y previenen la osteoporosis en la etapa adulta.
- Además, los ejercicios que favorecen la flexibilidad (estiramientos suaves, gimnasia, yoga y pilates, entre otros) mejoran la movilidad de las articulaciones y músculos, tendones y ligamentos.
- Asimismo, el yoga y el pilates, junto con el baile y el taichí, son muy recomendables para la prevención de caídas en las personas mayores.
Por eso hay que ser conscientes en todo momento de nuestro estado de forma y nuestras limitaciones, y empezar a movernos cuanto antes. Siempre hay una ocasión para romper la rutina y practicar ejercicio, así que no hay excusas.