El 48% de los españoles bebe menos de cinco vasos de líquido al día, una cantidad que está muy por debajo de los 2 o 2,5 litros que aconsejan los especialistas. Además, el 25% de los españoles reconoce que alguna vez ha sufrido una deshidratación. Son algunos de los datos más destacados que se desprenden de la encuesta «¿Bebes lo que necesitas?», realizada por el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) durante la campaña ¡No te deshidrates!, que contó con el respaldo del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, y que, además, fue apoyada por la Organización Médica Colegial (OMC) y la Fundación Quirón.
Ante estos datos, la OHS recuerda la importancia de mantener un adecuado estado de hidratación, también cuando las temperaturas comienzan a descender, dado que el invierno es uno de los periodos en que puede aumentar el riesgo de sufrir una deshidratación.
Según el Observatorio, los españoles asocian en general y de manera errónea la hidratación con el verano a pesar de que el cuerpo pierde líquidos constantemente. La calefacción, las prisas, las aglomeraciones y el uso de prendas de abrigo pueden favorecer este proceso. Además, las copiosas comidas que se realizan durante la Navidad, así como el mayor consumo de alcohol, son circunstancias que favorecen la deshidratación, señala.
Con el objetivo de evitar las consecuencias de la deshidratación durante el invierno, los especialistas recomiendan mantener un consumo regular de líquidos (de 2 a 2,5 litros diarios), aunque no se tenga la sensación de sed debido a las bajas temperaturas, evitar el alcohol e incluir variedad de bebidas como infusiones, caldos, refrescos, zumos o lácteos para que la ingesta total sea la adecuada y estimular, de este modo, un mayor consumo de líquidos gracias al sabor de las bebidas.
La ingesta insuficiente de líquidos entre la población española explica que una cuarta parte de los encuestados reconozca haber sufrido en alguna ocasión un episodio de deshidratación, una situación especialmente grave para la salud que puede provocar cansancio, dolor de cabeza, dificultad de concentración, malestar general, calambres musculares, sensación de nausea, aumento del ritmo cardíaco, etc. Además, puede afectar de manera negativa a las funciones físicas y mentales, explica la OHS.
Aunque por edades, los más mayores son los que menos atención prestan a la hidratación, ya que el 61% de las personas que sobrepasan los 55 años de edad bebe menos de cinco vasos al día, es la gente joven la que más casos de deshidratación ha sufrido. De hecho, el 33% de los menores de 18 años reconoce que se ha deshidratado alguna vez. La encuesta también indica como todavía están presentes entre la población algunos falsos mitos relacionados con la hidratación. Por ejemplo, un 13% de los españoles cree que solo existe riesgo de deshidratación en verano y un 7% de los encuestados considera que solo hay que beber cuando se tiene sed.