Un estudio de la Universidad del País Vasco (UPV) revela que el 85% de los niños con cáncer sufre también diferentes patologías en la boca y los dientes. Muchas de esas complicaciones podrían resolverse con una correcta higiene bucal, algo aparentemente tan sencillo como el cepillado diario con flúor y las visitas periódicas al dentista.
Esta investigación, presentada el viernes pasado, constituye la tesis de la odontóloga Miren Alapont, un trabajo en el que han colaborado también la Unidad de Oncología infantil del hospital vizcaíno de Cruces y el departamento de Estomatología de la UPV. El informe ha servido de base para la elaboración de dos protocolos de prevención bucodentaria para pacientes oncológicos.
Uno de esos protocolos está dirigido a las familias de los niños enfermos. El documento hace hincapié en la necesidad de cepillarse los dientes con flúor al menos dos veces al día y de visitar de manera periódica la consulta del dentista. «Es importante que el niño coma pocos alimentos y bebidas con exceso de azúcar. No sólo debe tomar menos dulces, sino que debe hacerlo menos veces al día», recuerdan los odontólogos.
El segundo documento de trabajo se dirige a los profesionales y establece la manera de abordar el tratamiento. La quimioterapia y la radioterapia pueden producir a la mitad de los pacientes malformaciones dentales que se deben prevenir. Ese porcentaje se amplía casi al 100% entre quienes reciben radioterapia en la cabeza y el cuello.