El 90% de los niños que nacen con una cardiopatía congénita llega a la edad adulta con una buena calidad de vida gracias a los avances técnicos en imagen, diagnóstico y tratamiento. Así lo ha afirmado el doctor Federico Gutiérrez Larraya, jefe del Servicio de Cardiología Infantil del Hospital La Paz, en Madrid, organizador de una Jornada sobre Clínica y Tecnología en Cardiología Infantil.
En el ámbito de la Cardiología, los avances «proceden tanto de la técnica como de medidas preventivas», como cambios en el estilo de vida, señaló Gutiérrez Larraya. A pesar de ello, «en el mundo de la cardiología pediátrica existen pocas medidas preventivas», por lo que la tecnología es «el pilar sobre el que se sustenta el avance», precisó.
«Uno de cada 100 niños que nace tras un embarazo normal, que llega a término, va a tener una cardiopatía congénita, cifra que se eleva en prematuros. Gracias al avance técnico, tanto en imagen y diagnóstico como en tratamiento, el 90% de ellos llegará a la edad adulta con una buena calidad de vida», aseguró. El paciente debe superar sucesivas técnicas de imagen hasta que llega a ser adulto, de ahí la importancia de estas técnicas, ya que «la cardiopatía acompaña a las personas como si fuera su apellido», añadió. La diferencia principal entre la cardiología en adultos y en pacientes infantiles radica en la gran complejidad de la estructura tridimensional del corazón, que en los adultos no se da, por lo que «cualquier técnica de imagen que simplifique esa complejidad, es bienvenida», afirmó.
La sala de cardiología pediátrica intervencionista busca resolver problemas que requieren un enfoque tridimensional. Sin duda, «ha supuesto un cambio radical: se hacen mejor las cosas, más rápido y aumenta la seguridad», admitió el doctor. Ha provocado, incluso, un cambio de cultura en el Servicio de Cardiología Infantil, agregó. «Hasta ahora, el proceso era un suma y sigue de pruebas más el tratamiento. Con esta sala, se puede sincronizar para la misma intervención el escáner, la resonancia magnética o el cateterismo, entre otros procesos, lo que permite abordar problemas más complejos de forma más segura», explicó.
El Hospital La Paz cuenta con la sala de cardiología pediátrica intervencionista más avanzada de Europa. Su tecnología permite, mediante el guiado de catéteres por rayos X, el tratamiento de las patologías congénitas cardíacas. Es un angiógrafo biplano para la visualización óptima de los vasos y el catéter en dos planos, lo que limita la cantidad de contraste introducida al niño. Esta sala, inaugurada en abril de 2010, está dirigida al tratamiento de niños y adolescentes con cardiopatías congénitas y en ella se han realizado, hasta la fecha, procedimientos complejos de cardiología intervencionista a más de 500 niños.