El agujero en la capa de ozono y la contaminación ambiental provocarán en España el próximo año unas 16.000 muertes prematuras por cáncer de pulmón y problemas respiratorios, según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
Esta advertencia se basa en el análisis realizado por el equipo de Enfermedades Respiratorias Ocupacionales y Medio Ambiente de la SEPAR a partir de datos recopilados tanto de organizaciones ecologistas como del mismo Ministerio de Medio Ambiente. «La contaminación de la atmósfera incide en la aparición de agravamientos de la patología respiratoria. Los gobiernos deben trabajar en este ámbito de la prevención, pero los ciudadanos también pueden hacerlo», afirma Pilar Cebollero, coordinadora del grupo que ha elaborado el trabajo.
El calentamiento del planeta provoca un aumento de las emisiones de radón, un gas natural que es un causante conocido también del cáncer de pulmón. En lugares abiertos, el radón se disipa, pero el efecto invernadero facilita su impregnación en edificios, con el consiguiente riesgo para las personas. La SEPAR estima que 18 millones de españoles respiran aire contaminado, el 40% de la población. El auge del asma y de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la aparición temprana de enfermedades respiratorias en niños se explican fundamentalmente por la contaminación ambiental.
La polución, según Cebollero, provoca el triple de muertos que la carretera y casi diez veces más víctimas que los accidentes laborales. Por ello, dice la especialista, «tenemos que empezar a tomar conciencia». A su juicio, son necesarias medidas como el control de emisiones industriales o domésticas y la reducción del tráfico, «en la que podemos intervenir todos con un mayor uso del transporte público». Ello contribuiría a que las próximas generaciones «respiren más tranquilas».