Un equipo de investigadores de la Universidad del Sur de California ha desarrollado un método basado en el ayuno que puede ser clave en la lucha contra el cáncer. A su juicio, ayunar permitiría supuestamente aumentar las dosis de quimioterapia sin sufrir efectos secundarios.
Estos expertos, capitaneados por el biólogo italiano especializado en envejecimiento Valter Longo, descubrieron, tras someter a ratones a un ayuno de 48 horas, que las células sanas del organismo de los roedores concentraban su escasa energía en su supervivencia, lo que las hacía más resistentes a la quimioterapia que las cancerosas.
Longo explica en la revista «PNAS Early Edition» que su radical propuesta, calificada por algunos médicos como un gran avance en la batalla contra los tumores, se basa en dejar tranquilas las células cancerosas y centrarse en proteger al resto de la quimioterapia.
«Escudo mágico»
En la situación descrita por los científicos de la Universidad del Sur de California, las células utilizan la poca energía que tienen para protegerse, en lugar de, por ejemplo, reproducirse, lo que las hace más resistentes. Este enfoque ha sido denominado como el «escudo mágico».
«Por ahora hemos realizado experimentos con ratones y ha funcionado. En los próximos seis meses tendremos los resultados de los test en células humanas», señala Longo, que recuerda que el comportamiento de células sanas y células cancerosas es muy similar en humanos y roedores.
No obstante, el especialista italiano reconoce que el mayor grado de sofisticación del cuerpo humano hará que el nivel de protección frente a la quimioterapia sea inferior al conseguido en ratones o en levaduras.
Longo confía en que este avance mejore drásticamente los tratamientos contra el cáncer. De las dos sesiones de quimioterapia cada tres semanas que se aplican en la actualidad para tratar un cáncer de próstata, se podría pasar a 20 todos los días con unos limitados efectos secundarios, asegura el experto.