El cáncer de próstata, una enfermedad que en la actualidad requiere entre otras pruebas la toma de una muestra de la glándula masculina mediante la realización de una punción, podrá ser diagnosticado en el futuro mediante un simple análisis de orina, gracias a que un equipo de investigadores estadounidenses asegura haber descubierto un biomarcador, una molécula cuya presencia en la orina parece indicar que se padece el tumor.
La existencia de un aminoácido llamado sarcosina, cuya presencia en la orina estaría directamente relacionada con la progresión y el desarrollo del cáncer de próstata, ha sido descubierta casi por casualidad por urólogos de la Escuela Médica de la Universidad de Michigan. La sarcosina sería un indicador de la enfermedad: cuanta más se tiene, el pronóstico para el paciente sería peor, según explicaron los expertos.
El equipo dirigido por Arul Chinnaiyan no buscaba en realidad marcadores de ningún tumor, sino que se había propuesto describir todos los metabolitos presentes en la orina, es decir todas las sustancias de bajo peso molecular originadas por el cuerpo humano. Al analizarlas descubrieron que había un derivado de un aminoácido llamado glicina cuya presencia era baja en los pacientes que presentaban los tumores más benignos; más alta en los que tenían el cáncer localizado, y se disparaba en quienes habían desarrollado ya una metástasis. Tras añadir esta molécula a las células prostáticas benignas, descubrieron que la sarcosina era capaz de convertirlas en malignas y favorecer su expansión por el organismo.
Las pruebas realizadas han permitido a los investigadores concluir que la sarcosina desempeña un papel «importante» en el desarrollo de este tipo de cáncer, que afecta cada año a 670.000 varones en todo el mundo. No obstante, este hallazgo, que resulta verdaderamente esperanzador, deberá todavía ser confirmado con posteriores estudios.