El cansancio de las mujeres con hijos recién nacidos no está provocado por falta de sueño, sino porque duermen de forma interrumpida y durante pequeños intervalos, como máximo, de dos horas seguidas. Así lo refleja el estudio de un equipo de la West Virginia University, en Morgantown, Estados Unidos.
Tras estudiar a 74 madres primerizas, los investigadores detectaron que duermen unas siete horas durante la noche en los primeros cuatro meses de vida de sus bebés, según los resultados de este trabajo, que publica la revista ‘American Journal of Obstetrics and Gynecology’. Esta media está dentro de las horas de sueño recomendadas para la población general y por encima del promedio que duermen los estadounidenses.
En la investigación se halló que el sueño de estas mujeres siempre se interrumpía y, en ocasiones, estaban despiertas hasta dos horas durante la noche, unos datos preocupantes ya que «los problemas del sueño y el cansancio pueden contribuir a la depresión posparto y el rendimiento laboral». Estos resultados desafían la creencia de que las madres no duermen lo suficiente durante los primeros meses de sus bebés, ya que «la causa de su cansancio durante el día es el sueño fragmentado», afirmó el autor de este estudio, el profesor Montgomery-Hawley Downs.
Downs y su equipo tienen como objetivo desarrollar nuevas estrategias para que las nuevas madres duerman mejor y «consoliden su sueño», para lo que proponen, entre otras actividades, extraerse leche y embotellarla para que no sean éstas quienes siempre den de comer a sus hijos. Downs destacó también el papel que puede jugar la siesta si cuentan con el apoyo de los padres, ya que «una siesta de al menos dos horas seguidas puede ser muy útil».