El director del Instituto Cardiovascular del hospital Monte Sinaí de Nueva York, el valenciano Valentín Fuster, anunció ayer en Bilbao que «en un futuro próximo» se producirán avances tan «radicales» en el tratamiento del colesterol que la incidencia de las enfermedades cardiovasculares se reducirá de manera drástica. «Habrá muy poca enfermedad aterosclerótica», vaticinó el prestigioso científico en la jornada de clausura del simposio internacional de cardiopatía isquémica, que se ha celebrado estos días en la capital vizcaína. De su intervención se dedujo que el mejor control del colesterol permitirá prevenir, evitar y reducir los casos de infartos de miocardio y anginas de pecho.
Un tercio de las personas que sufre un infarto muere antes de llegar al hospital; eso es precisamente lo que se conoce con el nombre de cardiopatía isquémica. Según la Sociedad Española de Cardiología, los infartos afectan a uno de cada quinientos hombres y a una por cada 3.400 mujeres. De ahí, la trascendencia de la noticia dada ayer por el científico de origen español afincado en Estados Unidos.
La intervención de Fuster ante sus colegas reunidos en el Palacio Euskalduna giró en torno a las investigaciones realizadas sobre lo que comúnmente se conoce como el colesterol bueno -una proteína llamada HDL que evita las complicaciones generadas por los depósitos de grasa- y el malo, el LDL. Este último es el causante de los problemas cardiovasculares y al que se le atribuye la generación de las placas que obstruyen las arterias.
Distintas investigaciones, muy avanzadas, una de ellas la del equipo de Fuster, apuestan por el uso de HDL como medicación. No sólo porque evita la formación de las placas de ateroma, sino porque incluso destruye las ya existentes.
El prestigioso cardiólogo se mostró convencido de que la medicación podrá administrarse, además, de una manera tan «sencilla» como es mediante la toma de pastillas. Valentín Fuster defendió, pese a todo, la necesidad de «realizar un esfuerzo» en el campo de la prevención, donde destacó el valor de una buena alimentación y la necesidad de mantener «la lucha contra la industria tabaquera». «La hiperlipidemia (exceso de grasas en la sangre), la diabetes y el cigarrillo», constituyen, según dijo, los ejes sobre los que pivota la enfermedad cardiovascular.