Las últimas teorías sobre el Alzheimer lanzadas por especialistas estadounidenses relacionan la enfermedad con el colesterol alto. Fernando Ortega, médico y profesor de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad del País Vasco (UPV), dio ayer a conocer estas hipótesis durante el curso «Colesterol, ¿es posible mantenerlo a raya?», celebrado en San Sebastián en el marco de los cursos de verano de la UPV.
El colesterol «podría atravesar la barrera entre los vasos sanguíneos y las neuronas del cerebro y actuar sobre ellas provocando la enfermedad», explicó Ortega. Sin embargo, el especialista comentó que se han realizado estudios paralelos al norteamericano que han detectado distintos agentes antioxidantes, como por ejemplo el café, que entorpecen el paso de esa grasa al interior del cerebro y que, por tanto, protegerían de la enfermedad neurodegenerativa. «Una taza de café al día podría evitarla. Quizá porque contiene antioxidante, al igual que el aceite de oliva o los alimentos ricos en omega3», aseguró Ortega.
El médico bilbaíno recordó que una de las funciones del colesterol «es el almacenamiento de energía para utilizarla en los momentos de ayuno, además lo necesitamos para crear vitamina A y B y es precursor de numerosas hormonas, como las esteroideas, la progesterona o el cortisol».
Se habla de que el colesterol es malo cuando hay «un exceso del normal, o una mala calidad de éste, que se deposita en las arterias obstruyendo el riego sanguíneo. Son dos colesteroles distintos asociados a rutinas diferentes dentro del cuerpo». Según Ortega, lo saludable sería que «las personas tuvieran 200 miligramos de colesterol».
Una vez que se detecta colesterol elevado, hay que cumplir con «tres pilares para mantenerlo controlado». Por una parte, se debe prestar atención «a la dieta, en la que, evidentemente, hay que quitar la grasa a la carne, el chorizo, salchichones y derivados». En segundo lugar, «aumentar un poquito el consumo de grasas vegetales (soja, aceite de oliva, girasol y maíz)» y, por último, ingerir «una dosis mínima a la semana de pescados azules». Además, Ortega recalcó los beneficios del ejercicio físico, que «reduce el colesterol malo e incrementa el bueno», y reveló que el alcohol «reduce el colesterol en pequeñas dosis, y no únicamente el vino, sino el alcohol en general».