El 90% de los tumores tienen una alteración epigenética similar que impide que los genes inhiban normalmente la acción del cáncer. Por ello, el conocimiento de la epigenética abre la puerta a nuevas dianas terapéuticas y al diseño de nuevos fármacos que sean capaces de revertir el daño de la célula. Sobre esta disciplina científica gira el noveno Simposio de la Fundación Lilly, titulado «Epigenética del cáncer: desde el conocimiento molecular al tratamiento», que cuenta con la colaboración del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
En este encuentro, que comienza hoy en Madrid, se reunirán por primera vez oncólogos de España, Europa y EE.UU. para actualizar los conocimientos en epigenética, una ciencia que «estudia las modificaciones del medio que actúan sobre el ADN, principalmente la metilación y las modificaciones de las histonas (proteínas que envuelven el ADN), que alteran los genes y producen el tumor», señala Manuel Esteller, director del Laboratorio de Epigenética del Cáncer del CNIO y copresidente del simposio.
Esteller explica que pese a que cada persona tiene su propia genética y epigenética, «en personas con cáncer hay una pérdida de metilación del genoma en nueve de cada diez tumores». Por ello, dice que el conocimiento de estos procesos «es la base para el desarrollo de tratamientos contra el cáncer que inviertan el proceso epigenético alterado».
El objetivo de los fármacos epigenéticos es «despertar a los genes que están dormidos para que logren expresarse e inhiban los tumores», indica el doctor del CNIO. A su juicio, en el futuro la epigenética servirá para saber cuáles son las causas de los tumores, hacer pronósticos de seguimiento del cáncer y saber cómo afectará la quimioterapia.