El consumo de tabaco durante el periodo de embarazo provoca una reducción del peso, la talla y la medida craneal del recién nacido, según pone de manifiesto un estudio elaborado de forma conjunta por el Instituto Municipal de Investigación Médica de Barcelona (IMIM), el Servicio de Pediatría del Hospital del Mar y el Istituto Superiore di Sanità de Roma (Italia).
Para realizar este estudio se analizó el hábito tabáquico de 419 madres y la concentración de cotinina -principal metabolito de la nicotina- en la sangre del cordón umbilical. El 40% de estas mujeres se declararon fumadoras y el 60% negaron serlo. Un 29% de las madres embarazadas fumadoras reconocieron haber consumido tabaco a diario durante los últimos tres meses de embarazo, a la vez que el biomarcador de exposición al tabaco demostró que el 34% de ellas fumaba al final de la gestación.
Una vez que las mujeres dieron a luz, los investigadores comprobaron que los niños de madres fumadoras presentaban pesos, tallas y perímetros craneales menores que los de las no fumadoras.
Otra de las conclusiones del informe, es que en España el hábito de fumar durante el embarazo afecta a mujeres que pertenecen a todo tipo de clases sociales. En cambio, en otros países como Estados Unidos, el consumo de tabaco durante la gestación es un problema sobre todo para las mujeres jóvenes, con nivel educativo inferior y que viven solas o sin trabajo.
Para los investigadores del estudio, el elevado consumo de tabaco que se registra en España entre las mujeres representa un ejemplo de tránsito de la adicción desde los hombres a las mujeres, con las consecuencias negativas que puede comportar en futuras generaciones. Por último, estos expertos abogan por establecer programas de concienciación para mujeres embarazadas acerca de los perjuicios del tabaco.