Las dramáticas imágenes mostradas en la BBC sobre un paciente de Parkinson que recuperaba temporalmente el control de su cuerpo tras tomar una pastilla de éxtasis podrían ser los primeros pasos hacia nuevos tratamientos de la enfermedad.
Las imágenes mostraban un soldado retirado moviéndose con destreza tras descubrir accidentalmente en una discoteca de Londres que el éxtasis aliviaba su condición. «Es una magnífica historia que apunta a un futuro distinto a la dopamina», señala el doctora Jonathan Brotchie, de la Universidad de Manchester (Inglaterra).
Según Brotcihe, el éxtasis, aunque no sea la respuesta definitiva al Parkinson, cambia los niveles de serotonina en el cerebro, lo que podría explicar porque, durante algunas horas, el cuerpo de Lawrence dejó de sufrir rigidez y espamos incontrolables.
Brotchie desmiente sin embargo las informaciones aparecidas recientemente según la cual ya se había descubierto un tratamiento contra el Parkinson. «El extasis no es una sustancia que sea susceptible de convertirse en un medicamento terapéutico, ya que sus efectos son muy distintos, pudiendo matar neuronas y cambiar la percepción del mundo».