Un decreto aprobado el pasado viernes en el Consejo de Ministros regula el uso de los desfibriladores semiautomáticos externos en lugares públicos. El texto recoge las condiciones y requisitos mínimos de seguridad y calidad que se deben dar para utilizar estos dispositivos fuera del ámbito sanitario.
Estos desfibriladores deberán ser utilizados en las condiciones especificadas por su fabricante y tendrán que mantenerse adecuadamente. Con carácter previo a su instalación, las entidades públicas o privadas y los particulares que deseen contar con un desfibrilador deberán notificarlo a la autoridad sanitaria de la comunidad autónoma correspondiente.
Serán las autonomías las que establecerán el procedimiento de autorización oportuno, que incluye notificación y registro de la instalación de los desfibriladores; necesidad de señalizar en un lugar visible su instalación y las normas de uso; previsión de dispositivos de conexión inmediata y activación de los servicios de emergencias de cada comunidad; y sistema de notificación posterior del evento a las autoridades sanitarias.
Se promoverá la instalación de los desfibriladores en lugares de gran afluencia de personas como, por ejemplo, aeropuertos, estaciones de tren, estadios de fútbol, centros comerciales, etcétera. Los organismos, empresas e instituciones públicas y privadas que instalen uno de estos aparatos serán responsables de garantizar su mantenimiento y conservación, de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Las comunidades se encargarán de los mecanismos de inspección y control oportunos.
24.500 infartos fuera del hospital
En España se producen cada año más de 24.500 paradas cardiacas extrahospitalarias, lo que equivale a una media de una cada 20 minutos. Además, 68.500 pacientes sufren un infarto agudo de miocardio, de los que aproximadamente un 30% fallece antes de ser atendido en un hospital.
La fibrilación ventricular es la responsable inicial de hasta un 85% de las paradas cardiacas extrahospitalarias. La efectividad de la desfibrilación temprana en la recuperación de un ritmo cardíaco eficaz es del 90% si se efectúa en el primer minuto de evolución.