Un equipo internacional de científicos ha identificado un gen que eleva entre un 60% y un 70% el riesgo de desarrollar asma durante la infancia, lo que abre el camino a nuevas terapias contra esta enfermedad respiratoria.
Los investigadores, coordinados por William Cookson, del Imperial College de Londres, descubrieron que las variaciones en la expresión de un nuevo gen, denominado ORMDL3, están asociadas al desarrollo del asma infantil. Este gen pertenece a un grupo de tres identificados recientemente, cuyas funciones son aún desconocidas en gran parte.
Para la investigación, los expertos compararon la composición genética de 994 afectados por asma infantil con la de 1.243 pacientes sanos. Luego identificaron las mutaciones en los nucleótidos (elementos de la molécula de ADN que aportan la información genética). Descubrieron entonces que los marcadores genéticos localizados sobre el cromosoma 17 tienen un importante efecto en el riesgo de desarrollar la enfermedad en su variedad infantil.
Dichos marcadores alteran los niveles del ORMDL3, que alcanza cotas más altas en las células sanguíneas de los niños con asma que en las de los demás. Cookson precisa que se trata del «mayor efecto genético descubierto hasta ahora en el origen del asma», la enfermedad crónica más frecuente entre los pequeños.