De acuerdo a los diferentes estudios realizados a lo largo de los años, la mayoría de los ciudadanos reconoce utilizar fotoprotectores, aunque también reconocen que no siempre saben elegir el más adecuado para su piel. Muchos no siguen las recomendaciones del gobierno para el verano, ni las de los expertos. Como afirma la doctora Natalia Ribé, especialista en medicina antiaging, “hay que embadurnarse media hora antes de la exposición, aplicar como mínimo 2 mg por cm2 de producto y repetir la operación cada dos horas, después de meterse en el agua o de practicar ejercicio o si se ha sudado mucho”. Pero esto no es todo. En este artículo repasamos algunas sombras que arroja la costumbre de tomar el sol.
¿Cuáles son los peligros de tomar el sol?
Tomar el sol aporta numerosos beneficios a nuestro organismo, pero hacerlo en exceso o sin protección supone asumir riesgos que, a veces, no tenemos en cuenta. Debes saber que un exceso de radiaciones tienen consecuencias como:
➡️ Eritemas, ampollas y quemaduras: el eritema es el nivel de daño más bajo y supone piel enrojecida, tirante, que se inflama e incluso duele. Si el daño es más profundo, se trata de quemaduras: piel muy roja, mucho dolor y escozor fuerte. La quemadura puede ir acompañada de ampollas, dolor de cabeza y fiebre.
➡️ Alergias: en ocasiones, se produce un sarpullido con picazón en la piel que ha estado expuesta a la luz solar.
➡️ Daños oculares: Los rayos solares aumentan el riesgo de padecer cataratas y el envejecimiento visual, además de favorecer la aparición de queratitis y conjuntivitis.
➡️ Envejecimiento de la piel: uno de los factores que más influye, junto al tabaco, en el envejecimiento dermatológico es el exceso de rayos UVA. El colágeno y la elastina de la piel se resienten y por eso se reseca y está más flácida.
➡️ Cáncer de piel: 5.000 nuevos casos de melanoma se diagnostican cada año en España, asociados en su mayoría a episodios de quemaduras solares que se han producido a lo largo de la vida.
➡️ Inhibición del sistema inmune: el exceso de radiación ultravioleta en ocasiones inhibe el funcionamiento normal de las defensas naturales del cuerpo.
➡️ Queratosis: es una mancha áspera y escamosa, que suele aparecer en rostro, labios, cuello, cuero cabelludo o manos cuando se ha estado expuesto al sol de manera prolongada durante años.
Reglas de oro para tomar el sol sin riesgos
Además de utilizar cantidades adecuadas de protector solar (y de renovar su presencia en nuestra piel), hay otras cosas que debemos tener en cuenta para disfrutar del sol sin riesgos.
➡️ El tiempo de exposición: este consejo es importante sobre todo en el atracón solar inicial, esa sobreexposición a la que muchos nos sometemos cuando por fin vamos a la playa o la piscina. Al respecto, la doctora Natalia Ribé comenta que «las primeras exposiciones directas no deben sobrepasar los 15 minutos. Se debe aumentar el tiempo gradualmente y siempre con un FPS (factor de protección solar) mínimo de 30«.
➡️ Otra regla es saber escoger el momento. «Hay que evitar la exposición entre las 14:00 y las 18:00 horas«, indica la especialista.
➡️ Además, es conveniente utilizar gafas de sol, sombreros de ala ancha y ropa de algodón, beber mucha agua (nunca alcohol) y descansar bajo sombrillas o a la sombra de un árbol, cuyas ramas tienen un FPS 15. Esto es muy importante, ya que la mayor parte de la población (el 95 %) ya ha agotado lo que se conoce como su «capital solar»; es decir, el número de horas de exposición a los rayos ultravioletas que el organismo puede soportar.
Cómo elegir el mejor protector solar
Para no equivocarte a la hora de escoger el protector más adaptado a tu piel, puedes tener en cuenta estas indicaciones:
Alimentos que protegen la piel
La dieta puede ayudar a conseguir un dorado saludable y, ante la exposición solar, podemos tomar alimentos para una piel sana y protegida. ¿Cuáles?
- Los ácidos grasos esenciales, presentes sobre todo en el pescado azul (salmón, atún, sardinas...), restauran la barrera cutánea y tienen efecto antiinflamatorio.
- ¿Vitaminas? La C de los cítricos, la E del aceite de oliva y del aguacate y las del grupo B ayudan a neutralizar los radicales libres y están presentes en albaricoques, melocotones, zanahorias y tomate.
- ¿Bebidas? Té verde, zumos naturales y el gazpacho, un cóctel de betacarotenos.
- ¿Más ayuda? La nutricosmética solar, una píldora que aumenta las defensas de la piel y contribuye a conseguir un bronceado más uniforme y sano. Eso sí, conviene empezar con ellas un mes antes de las primeras exposiciones.