El nuevo Hospital La Fe implantará un novedoso modelo de atención a enfermos crónicos pionero en España que se prueba ya en el citado centro, según informó la Generalitat Valenciana. Este sistema funcionará completamente a lo largo de 2011, cuando se ubique en las nuevas instalaciones del bulevar Sur.
Este programa tiene como objetivo «mantener a los enfermos con patología crónica tan independientes y estables como sea posible, para incrementar así su calidad de vida, su satisfacción y la de sus cuidadores», explicó el doctor Bernardo Valdivieso, director de Planificación del Hospital La Fe. También se busca reducir los consumos de fármacos derivados de los períodos de empeoramiento y los reingresos hospitalarios, ya que al estar más estables se reducen las recaídas.
El nuevo modelo de atención al paciente crónico es posible gracias al apoyo del profesional, a la prevención, a la detección temprana de la cronicidad, a la correcta gestión de la enfermedad y al uso de diversas herramientas de telemedicina, apuntaron desde la Generalitat.
Para evaluar la implantación de este programa se ha puesto en marcha de forma piloto con dos grupos de pacientes crónicos avanzados: los pacientes con cáncer activo sin tratamiento de cura y necesidad de cuidado paliativo y los pacientes con insuficiencia cardiaca de gravedad media/alta. En el grupo de pacientes con cáncer activo en fase de cuidados paliativos se incluyeron un total de 327 enfermos con un seguimiento promedio de 80 días. Los pacientes presentaron un adecuado control de síntomas, en el 73% de los casos se obtuvo una muerte digna en el domicilio de los mismos, se derivaron menos de un 5% de los casos al hospital y en todo momento se alcanzó un alto grado de satisfacción por parte de los cuidadores.
En el grupo de enfermos con condición crónica de insuficiencia cardiaca, que habían ingresado al menos una vez en el último año, se incluyeron un total de 50 pacientes, con un seguimiento de un año. Tras este tiempo, se realizó una evaluación de los pacientes y se comprobó un mejor control, una mejor calidad de vida y una disminución del 73% de reingresos, del 77% de las estancias hospitalarias y del 61% de las atenciones en urgencias. Además, al enfermo crónico con insuficiencia cardiaca que participó en el estudio piloto se le entregó un «kit del paciente» que permitía transmitir instantáneamente desde dispositivos móviles (teléfonos) a equipos informáticos del hospital variables tomadas con un aparataje específico al enfermo, como la presión arterial o el pulso, así como la situación clínica a través de breves cuestionarios.