El test de sangre oculta en heces es igual de eficaz que la colonoscopia a la hora de detectar de manera precoz el cáncer colorrectal, al tiempo que ofrece ventajas adicionales ya que no es invasivo y es «mucho más barato», tal como han demostrado investigadores del Hospital Universitario de Canarias en Tenerife y el Hospital Clínic de Barcelona.
Se desprende así de los primeros resultados de un estudio con 60.000 individuos que publica en su último número la prestigiosa revista «The New England Journal of Medicine», con el que se pretendía comparar la eficacia de ambas pruebas para el diagnóstico de este tumor, que causará este año unas 14.000 muertes en España. «Esto son unos 275 fallecimientos por semana», según ha reconocido el jefe del Servicio Digestivo del Complejo Hospitalario de Canarias y uno de los autores del estudio, Enrique Quintero. Además, en 2012 se detectarán unos 30.000 nuevos casos, unos 600 por semana, de los que «hasta un 90% se podrían curar con una detección temprana».
Este estudio, financiado de manera conjunta por la Asociación Española Contra el Cáncer (Aecc) y el Instituto de Salud Carlos III, incluyó a 60.000 individuos sanos de entre 50 y 69 años pertenecientes a ocho comunidades (Aragón, Canarias, Cataluña, Galicia, Madrid, Murcia, País Vasco y Comunidad Valenciana). De forma aleatoria, se les dividió en dos grupos a los que se les ofreció la posibilidad de someterse bien a una colonoscopia, bien a un test de sangre oculta en heces, que se puede realizar en el próximo domicilio y, de salir positivo, requiere una colonoscopia para confirmar los resultados. El grado de aceptación fue mayor en el caso del test en sangre (el 34% acudió a hacérsela, frente al 25% que se sometieron a la colonoscopia). Además, cuando se ofreció la posibilidad de cambiar, 1.600 participantes del grupo de la colonoscopia se pasaron al test en sangre, un proceso que a la inversa solo eligieron 100 individuos.
Una vez realizadas las pruebas, los resultados revelaron como, en ambos casos, el número de cánceres detectados fue similar (33 con colonoscopia y 30 con test en sangre), el 85% en fases iniciales. Con la colonoscopia se detectaron unos 500 pólipos -tumor benigno que se puede extirpar en la misma colonoscopia y que puede derivar en cáncer-, el doble que con el test de sangre en heces. No obstante, y aunque el director del Instituto de Enfermedades Digestivas del Hospital Clínic y codirector del estudio, Antoni Castells, ha reconocido que «con los test de sangre se puede pasar algún pólipo», asegura que «si se realizan cada dos años, se puede detectar en la siguiente exploración». Además, según ha añadido, «dado que se trata de un tumor con un crecimiento muy lento -tarda unos 10 años en desarrollarse-, la demora de dos años no importa», de modo que no afecta al pronóstico del cáncer.