En España, más de diez millones de personas tienen un trastorno o enfermedad psiquiátrica. Y muchas de ellas son rechazadas por padecer este tipo de patologías, lo que implica tener peores relaciones personales, menos oportunidades laborales y un mayor aislamiento social, entre otras. Además, todo ello influye de manera negativa en la evolución de la enfermedad. En este artículo se explica qué es estigmatizar a alguien que sufre una patología mental y sus consecuencias y se apunta quiénes lo padecen más: los afectados de esquizofrenia, trastorno bipolar o depresión.
«Las personas con esquizofrenia son violentas», «No te puedes fiar de alguien que sufre depresión», «No me gusta relacionarme con personas que tienen un trastorno bipolar». Los estigmas asociados a las enfermedades mentales siguen muy arraigados en la sociedad. «Aunque, por suerte, cada vez menos -explica el psiquiatra Domingo Díaz del Peral- gracias a la labor que realizan los familiares de los afectados, las campañas de instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o a que los medios de comunicación ofrecen cada vez un enfoque más científico y menos sensacionalista de la patología psiquiátrica, aunque todavía tienen que mejorar en este aspecto».
El estigma en la enfermedad mental
¿Qué es estigmatizar a alguien que sufre una patología mental? «Consiste en un trato injusto que anula el reconocimiento de su igualdad y que restringe sus derechos», señala el especialista.
El estigma tiene tres componentes: uno relacionado con las creencias («son violentos», «no valen para trabajar», «no te puedes fiar de ellos»); otro vinculado a los sentimientos («me dan miedo», «me da aversión estar cerca de una persona que parece una enfermedad mental»); y otro asociado a las acciones («no le daré trabajo», «no quiero que se acerque a mis hijos», «no le dirigiré la palabra»).
Como explica Díaz del Peral, «hay estudios que señalan que casi la mitad de las personas que sufren una dolencia mental se sienten discriminadas«. Las situaciones en las que viven este aislamiento pueden afectar a muchas esferas de su vida: sienten rechazo de sus amigos o vecinos, tienen problemas para encontrar trabajo o para realizar su trabajo, tienen dificultades para hallar pareja o para tener relaciones sexuales, entre otras.
Las enfermedades psiquiátricas con más peso
La esquizofrenia es, todavía hoy, la patología mental más estigmatizadaSin embargo, no todas las enfermedades psiquiátricas reciben el mismo grado de rechazo. La esquizofrenia es, todavía hoy, la patología mental más estigmatizada. En buena parte, por el trato que recibe de algunos medios de comunicación, se queja el experto: «Un individuo esquizofrénico mata a su madre y sale en todos los medios». No obstante, hay cientos de miles de afectados de esquizofrenia que no cometen esos actos violentos.
La esquizofrenia afecta a unas 400.000 personas en España. Es una enfermedad muy compleja y puede presentar diferentes síntomas, como dificultades para diferenciar lo que es real de lo que no lo es (pueden padecer delirios o alucinaciones) o para tener una respuesta emocional adecuada, tendencia al aislamiento, etc. Pero su pronóstico es mejor del que se pensaba. Los últimos datos disponibles aseguran que cerca de la mitad de ellos mejora de manera significativa y muchos pueden acceder a un empleo.
La segunda patología más estigmatizada es el trastorno bipolar, que se caracteriza por periodos en los que la persona está desinhibida, activa y alegre en exceso, y etapas en las que se hunde en una depresión que puede ser muy grave. Según algunos especialistas, el trastorno bipolar podría afectar a un millón de españoles.
Pero hay una enfermedad psiquiátrica que afecta a más personas y que también sigue estigmatizada: la depresión. Se calcula que seis millones de españoles sufren depresión. «Y se considera que las personas deprimidas son débiles, que no quieren asumir responsabilidades, que no saben afrontar los problemas de la vida, etc.», apunta Díaz del Peral.
Consecuencias del estigma de las enfermedades mentales
El estigma implica tener peores relaciones personales, menos oportunidades laborales, un mayor aislamiento social, etc. Y todo ello influye de manera negativa en la evolución de la enfermedad.
Pero peor que el estigma es el «autoestigma». El paciente interioriza el rechazo y decide no luchar por sus deseos ni por sus objetivos. Entonces, se retrae y se aísla de la sociedad mucho más.
En el caso de muchas personas que sufren una depresión, pueden interiorizar el autorechazo hasta el punto de no consultar con el médico porque sienten vergüenza de sentirse mal, de no poder afrontar su vida. «Muchos afectados han recibido tantos ‘no’ a lo largo de su vida, que se discriminan a sí mismos de forma anticipada. Prefieren no intentar hacer algo porque creen que les rechazarán», aclara el especialista.
Domingo Díaz del Peral explica cuáles son, a su juicio, los principales tópicos que hay que desmontar en torno a la enfermedad mental.
- Los pacientes mentales son peligrosos y violentos. “Es falso. Algunos, en circunstancias extremas y sin recibir tratamiento, han cometido actos violentos. Los estudios dicen que no son más violentos. Solo aumenta la violencia cuando consumen tóxicos y no se tratan”.
- Las personas que viven en la calle son enfermos mentales. “También es falso. No todas las personas que viven en la calle tienen una patología psiquiátrica”.
- Los afectados por una patología psiquiátrica no pueden vivir con los demás y deben estar ingresados. “Otro tópico falso. Muchos pacientes viven con sus familias o solos o con otras personas y con apoyos. No todos tienen que estar ingresados en un psiquiátrico o aislados. Es muy duro que te digan que no puedes vivir en sociedad”.