El catálogo de prestaciones del Sistema Nacional de Salud (SNS) incluye la fisioterapia como un derecho de las personas con Parkinson, pero en la práctica «no se está facilitando a las 80.000 personas que padecen esta enfermedad en España», denuncia la asociación de enfermos de Parkinson, Apanet. Con motivo del Día Mundial de este mal, que se celebra hoy, esta asociación denuncia «la dura realidad que nos toca vivir por no recibir el tratamiento adecuado en el sistema sanitario público».
La fisioterapia y la logopedia, así como los tratamientos que palian los síntomas, son las únicas alternativas con las que cuentan los afectados de una enfermedad para la que aún no se ha encontrado cura. A corto plazo, las esperanzas se centran en nuevos tratamientos que mejoren el control de los síntomas -existen más de 60 fármacos en desarrollo clínico- y garanticen la calidad de vida del enfermo. A medio plazo, se espera que prosperen terapias génicas y celulares.
En el área celular se trabaja con implantes de células del cuerpo carotídeo -glándulas del cuello que miden el oxígeno en la sangre- y células madre adultas o embrionarias. En España, existen dos grupos de investigación que avanzan en esta línea de trabajo: el dirigido por el profesor José López Barneo, de la Universidad de Sevilla, que ya ha probado los injertos celulares del cuerpo carotídeo en varios pacientes, y otro en la Clínica Universitaria de Navarra (CUN).
El Departamento de Neurología de la CUN ha presentado resultados esperanzadores con doce monos macacos que recuperaron su movilidad durante un año tras el implante de células procedentes de la carótida. Este centro también trabaja con células madre adultas de la médula ósea. El objetivo es implantarlas para sustituir a las neuronas que no producen dopamina, origen de la enfermedad.