España realizará una nueva aportación de 10,2 millones de euros a la agencia de la ONU contra el sida, ONUSIDA, para hacer frente a la enfermedad. Así lo anunció ayer la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, durante su intervención en la XVII Conferencia Internacional sobre el Sida que se celebra en México. Tres millones irán dirigidos a la Iniciativa Internacional para la Vacuna contra el Sida (IAVI, sus siglas en inglés) y 1,5 millones a la Asociación Internacional de Microbicidas.
España contribuye anualmente desde 2005 con un millón de euros a la plataforma europea de ensayos clínicos
Anteriormente, el Gobierno español ya se había comprometido a aportar al Fondo Global de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, 600 millones de dólares para el periodo 2008-2012. Además, nuestro país contribuye anualmente desde 2005 con un millón de euros a la plataforma europea de ensayos clínicos. Y en 2007 concedió otro millón de euros a la IAVI.
Fernández de la Vega destacó que la citada enfermedad no es sólo un problema de salud, sino también de desarrollo, justicia social y equidad. Asimismo, subrayó que luchar de un modo efectivo contra su extensión implica también hacerlo contra toda forma de desigualdad. En este sentido, recordó que «las enormes diferencias en el acceso a los recursos sanitarios, a los fármacos y a los servicios de salud, hacen que el sida, que hoy está prácticamente cronificado en algunos países, siga siendo una verdadera epidemia mortal en amplias zonas del mundo».
Mujeres seropositivas
La conferencia de México tiene como principal protagonista a la mujer. Al respecto, la vicepresidenta dijo que en aquellas zonas del planeta en las que más avanza la enfermedad está aumentando de un modo drástico el número de mujeres seropositivas, de manera que en algunos casos la probabilidad de que una mujer contraiga el VIH llega a multiplicarse por cinco respecto a los varones.
En el caso de América Latina, el porcentaje de mujeres infectadas es cada vez mayor. «Los roles sexuales de género; la frecuente dependencia económica respecto a su pareja; las dificultades de acceso a la prevención, a la información, a la prueba diagnóstica y al asesoramiento; la discriminación en definitiva, sitúa a las mujeres en una posición de desventaja y de mayor vulnerabilidad frente a esta epidemia», apuntó Fernández de la Vega.
El encuentro, que se celebra en Ciudad de México hasta el próximo viernes, tiene entre sus objetivos conseguir una mayor concienciación pública sobre el sida y su impacto en la sociedad. Los participantes, tanto responsables políticos como profesionales de la salud y afectados por la enfermedad, tratarán además de lograr un mayor compromiso en la lucha contra el VIH.
El pediatra Victorio Torres presenta estos días en México los avances conseguidos por la Fundación Vihda, creada por él en 2003 en colaboración con el especialista del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Santiago Moreno. Esta ONG trabaja en el distrito de Maragua, en Kenia, para evitar la transmisión del sida de la madre a sus hijos durante el embarazo y la lactancia.
En los países occidentales, el control del embarazo y los avances en terapia antirretroviral han permitido reducir prácticamente a cero los casos de transmisión del virus de la madre al feto. Los momentos que exigen mayor vigilancia son las últimas semanas de gestación, el parto y la lactancia. La cantidad de virus que se cuelan a través de la leche materna es suficiente como para infectar a los bebés amamantados.
Conociendo esta situación, Vihda ha puesto en marcha en colaboración con el Gobierno keniata un programa de atención a la mujer embarazada y su hijo, que incluye, además de terapia y asesoría para la madre, la distribución de equipos para el filtrado del agua. Los “kits” permiten preparar biberones con leche artificial y agua filtrada y posteriormente hervida, lo que protege al recién nacido del VIH y de la diarrea, que es otro problema importante en África.
El objetivo de la Fundación es lograr una generación de niños libres del sida en un país donde se infectan por miles. En 2005, por ejemplo, se registraron en Kenia 1,4 millones de partos, de los que 64.000 correspondieron a madres seropositivas. Un total de 22.500 niños se infectaron por VIH, de los cuales sólo sobrevivieron 2.500.