En España viven 7,5 millones de personas mayores de 65 años, el 16,7% de la población, y, de ellas, un 28% tiene más de 80 años. Esto nos sitúa como el cuarto país más envejecido del mundo, reconoció la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, durante la presentación ayer de estos datos, recogidos en el informe «Las personas mayores en España 2008».
Este trabajo bienal del IMSERSO aporta una información sistematizada sobre condiciones de vida de las personas mayores en España de 2006 a 2008. Para su elaboración se tienen en cuenta indicadores demográficos, de salud, económicos y de servicios sociales. «Estos datos han dibujado un retrato robot de las personas mayores de 65 años en este bienio que nos permite conocer mejor sus formas de convivencia, su vida cotidiana, su experiencia de envejecer y sus actitudes, valores y emociones en la vejez», afirma Sanidad en una nota.
Un hecho importante en la evolución de la población española y mundial es el incremento de personas de edad avanzada, que han superado los 80 años y en algunos casos hasta los 100. En los últimos cinco años (2003-2007) el incremento de la población de 65 años y más ha sido del 4,9%. El crecimiento de la población octogenaria ha ascendido al 21,1%. La comparación internacional de este proceso de envejecimiento posiciona a España en el cuarto lugar dentro de los países más envejecidos del planeta. Japón, con un 19,7% de población mayor, encabeza la lista, seguido de Italia y Alemania. Además, las últimas cifras de Naciones Unidas sitúan a España como el segundo país más envejecido del mundo en 2050 con un 33,2% de población mayor de 65 años, por detrás de Japón, con un 37,7%
Aumento de la longevidad
Este envejecimiento está relacionado en buena medida con el aumento de la longevidad. En nuestro país, como en el resto de las naciones del mundo, la longevidad se incrementó de forma espectacular durante todo el siglo XX. La esperanza de vida en 1900 era de 34,8 años y, según este informe, en la actualidad alcanza los 80,2 años, lo que supone más del doble.
Las mujeres españolas tienen una esperanza de vida de 83,5 años, frente a los 77 de los varones. La mayoría vive en municipios urbanos (72,6%), pero su proporción es mayor en los pequeños municipios. Más de 200.000 mayores son extranjeros (el 75,8% de la UE).
El informe también pone de manifiesto que las mujeres tienen una probabilidad 2,4 veces superior de encabezar un hogar unipersonal que los hombres debido a su mayor supervivencia. Asimismo, señala que las proporciones de mayores que viven solos en Europa varían desde el 50% de Dinamarca hasta valores inferiores al 20% en España, Portugal o Grecia.
Por otro lado, la dieta de los ancianos españoles es más equilibrada que la del resto de la población. Un 82,4% de los mayores toma fruta fresca a diario, frente al 54% de los que tienen entre 16-44 años.
Dependencia
El informe indica que el 68,1% de los mayores españoles no necesita ayuda para sus actividades esenciales. De los que requieren asistencia, mayoritariamente es para utilizar el transporte (20,5%) y acudir al médico (18,7%). Para comer, tan sólo necesita ayuda el 2,5% y para vestirse, el 6,7%.
Las actividades y tareas que se ejercen como trabajo doméstico y familiar son las más significativas durante la vejez. La familia pasa a ser el eje central de la vida cotidiana de los mayores. El reparto de tareas sigue siendo discriminatorio según sexo, si bien, la participación de los varones se incrementa sustancialmente tras la jubilación.