España es, junto con Alemania y Reino Unido, uno de los países precursores en la implantación de la técnica «ability» para tratar la obesidad. Este tratamiento es una alternativa que superará «con creces» a la banda gástrica y al balón intragástrico, ya que no es «nada agresiva» y supone «mayores beneficios», aseguró el jefe del Servicio de Cirugía Digestiva de la Clínica la Luz, Manuel Mirás. Este centro acaba da presentar a la primera paciente intervenida en nuestro país mediante este tipo de cirugía bariátrica.
Este dispositivo se coloca sin afectar a la morfología del estómago y «permite al paciente sentir que está saciado con una cantidad de comida muy inferior a la que ingería habitualmente», explicó el jefe de la Unidad de Medicina Interna de la Clínica la Luz, Manuel Serrano. La técnica consiste en introducir un sensor en el estómago, unido a un segundo marcapasos. Cuando el paciente come, el sensor manda información sobre los alimentos al marcapasos, que, según las características previas del paciente, revierte un estímulo a la pared gástrica. «Este estímulo provoca una distensión precoz, que hace que el paciente piense que ya está lleno y deje de comer», explicó Mirás.
Además, «ability» posibilita un seguimiento exhaustivo por parte del médico, ya que registra todos los alimentos que se han ingerido. De este modo, desde un ordenador, el médico puede controlar vía WiFi todos los datos acumulados en el dispositivo y ajustar el sistema en función de las características del paciente. Por el momento, el dispositivo se ha implantado en Alemania en 100 pacientes y se ha implantado por primera vez en España en la citada clínica.
La técnica está indicada para todos los pacientes cuyo Índice de Masa Corporal (IMC) se encuentre entre 35 y 55 y también en los casos en los que «los afectados presenten ya problemas derivados de la obesidad», detalló Miras. «También podría ser útil para pacientes con un IMC inferior a 35 con, por ejemplo, una alteración metabólica asociada», añadió. Este sistema combina tecnología de microelectrónica implantable (parecida a la utilizada en los marcapasos cardiacos) e Internet y los componentes principales son tres: estimulador gástrico implantable, cable implantable y programador del sistema.
Su implantación se realiza mediante cirugía laparoscópica mínimamente invasiva, en la que el cirujano realiza tres o cuatro pequeños orificios en la pared abdominal para acceder al estómago. Una vez allí, el médico sujeta el cable al estómago y lo hace pasar por la cavidad abdominal, donde lo conecta al estimulador gástrico. Por último, se implanta el estimulador gástrico y se cierran los orificios. El procedimiento no implica grapas en el estómago ni desviar los intestinos y dura menos de una hora, con el paciente bajo anestesia general.