Las píldoras anticonceptivas (o anticonceptivos hormonales orales) figuran entre los métodos más eficaces para evitar el embarazo no deseado. Esto significa que menos de una de cada 100 mujeres que la utilizan a lo largo de todo un año se quedan embarazadas sin querer. Sin embargo, en España todavía son pocas las mujeres que la utilizan, en torno al 20%, por circunstancias históricas e ideológicas que han generado cierto rechazo a las sustancias con hormonas en nuestro país. La reciente inclusión de píldoras (Drosure ® y Drosurelle ®) con una composición más moderna, entre las financiadas por la Seguridad Social, ayudará a mejorar el acceso de estos medicamentos, sobre todo en mujeres con menos recursos. Así lo explica en esta entrevista Ezequiel Pérez Campos, presidente de la Fundación Española de Contracepción y jefe del Servicio de Ginecología del Hospital de Requena, en Valencia. Para él, parecía un contrasentido que hubiera pocos métodos anticonceptivos orales financiados y que, en cambio, la Seguridad Social financiara la interrupción voluntaria del embarazo.
Alrededor del 80% de las mujeres utilizan un método anticonceptivo pero solo el 20% usa píldoras, que es el preferido entre los anticonceptivos hormonales.
“Alrededor del 80% de las mujeres utilizan un método anticonceptivo pero solo el 20% utiliza píldoras”
Las cifras se han mantenido: no se ha producido un aumento entre la población total en los distintos segmentos etarios y, entre las más jóvenes ha habido un pequeño descenso, pero que no es significativo. Por esto, según los datos correspondientes a 2009, se habla de estabilización. Hay que esperar a conocer los resultados de la encuesta Daphne referentes a 2011 para saber qué ha pasado este último año. Sin embargo, el consumo de un 20% de la píldora es muy bajo si se compara al de otros países.
A Francia, donde es del 40%, o Portugal, donde se sitúa por encima del 50%. Italia es el único país que no se puede medir por su escaso consumo de anticonceptivos hormonales, en general, y de la píldora, en particular.
“Los nuevos anticonceptivos orales incluidos en la financiación de la Seguridad Social son píldoras de composición más moderna”
Sin duda ha influido el hecho de que la píldora llegara más tarde, en el año 78. En nuestro país, antes de este año no era legal. Mientras que en el resto de Europa se utilizaba desde 1961, con todos los predicamentos y legalidad, a España llegó en el 69 solo para regular el ciclo menstrual y no como anticonceptivo, aunque se utilizaba así de forma clandestina. Además, aquí, los tratamientos hormonales sexuales (no la administración de otras hormonas) siempre han sido objeto de controversia por razones ideológicas y se les ha atribuido características negativas para la salud de la mujer, no siempre basadas en la evidencia científica. Todo esto ha favorecido un retraso en el uso de la píldora respecto a otros países.
Sí. Considero que la utilización limitada de los métodos hormonales y orales, en concreto, son situaciones no deseables. En Francia, la utilización de los métodos hormonales y orales es mucho más alta y un estándar al que nos debemos acercar porque tienen ventajas demostradas. La píldora tiene beneficios añadidos para la salud de la mujer y, además, aporta una mayor eficacia respecto al preservativo.
Hoy los métodos anticonceptivos como la píldora, el parche, el anillo, el inyectable, el DIU y los quirúrgicos son muy eficaces. Se consideran así los que tienen un índice de Pearl, que es la forma de medir su eficacia, inferior al 1%.
“Los métodos anticonceptivos como la píldora, el parche, el anillo, el inyectable, el DIU y los quirúrgicos son muy eficaces”
Quiere decir que de 100 mujeres que utilizan un método anticonceptivo durante un año menos del 1% podría quedarse embarazada. Cuando este índice de Pearl es inferior al 1% el método es muy efectivo. La píldora se sitúa en el rango de los más eficaces.
Las nuevas grageas tienen una composición más moderna que las incluidas hasta ahora en la financiación. En su composición llevan gestágeno de nueva generación ( introducido hace poco en el mercado), con ventajas añadidas respecto a la salud de la mujer.
A registrarse menos efectos secundarios porque se parece más al gestágeno natural, cuyo perfil es el de la progesterona, y a que tiene otros efectos beneficiosos añadidos, aunque en España no se ha aprobado el uso de este anticonceptivo en estas indicaciones.
“La nueva píldora mejora los síntomas relacionados con la menstruación, con el síndrome premenstrual, y la piel grasa”
Es antimineralcorticoideo, es decir, tiene una mayor acción sobre el metabolismo del agua y del sodio, y ello se traduce en una menor sintomatología relacionada con el ciclo menstrual; también mejora el síndrome premenstrual; y tiene una acción antiandrogénica demostrada, al mismo tiempo que mejora la piel grasa. Reúne todas estas acciones específicas, de forma que esta nueva píldora financiada no solo tiene una gran eficacia como anticonceptivo, sino que también induce una mejoría de la menstruación y el acné e, incluso, disminuye el riesgo de desarrollo de cáncer de colon, endometrio y ovario.
Sí, solo está autorizada en esta indicación, pero conocemos esos efectos gracias a su uso en otros países. En EE.UU. se utiliza para el acné y el síndrome premenstrual, pero no en régimen de píldora anticonceptiva (21 días seguidos y 7 de descanso), sino durante 24 días seguidos con 4 de placebo. Las acciones que cito han sido demostradas a través de estudios y están basadas en evidencia científica.
“La anticoncepción regular debe ser siempre la primera opción y, si esta falla, la píldora del día después ofrece una segunda oportunidad”
Tendrá un precio más reducido, que para un determinado sector de la población supondrá una ventaja añadida. Cuanto mayor sea el número de anticonceptivos incluidos dentro del Sistema Nacional de Salud, más mujeres tendrán acceso. Es un contrasentido que esté financiado el aborto y no la anticoncepción para evitar el aborto.
La utilización que se está haciendo de la píldora del día después, comparada a otros países, es racional. No obstante, se debe recurrir a ella como una píldora de urgencia -¡solo es para urgencias!-, cuando un anticonceptivo se ha usado mal, pero no como un método habitual. La anticoncepción regular debe ser siempre la primera opción y, si esta falla, la píldora del día después ofrece una segunda oportunidad. No obstante, la píldora del día siguiente no está financiada en todas las comunidades autónomas.
Las píldoras anticonceptivas financiadas por la Seguridad Social son aún muy pocas, a juicio del presidente de la Fundación Española de Contracepción, Ezequiel Pérez Campos: “aunque ya habían nuevas moléculas que modificaban las características de las anteriores grageas con un gestágeno; para el tratamiento del hiperandrogenismo, pero no indicadas como anticonceptivas; y con gestágeno solo, que es un buen anticonceptivo pero solo para determinadas circunstancias. A pesar de que ha aumentado la cartera, todavía hay muchos no financiados”.
La píldora que ha quedado cubierta ahora, entre otros, es Drosure® (0,03mg etinilestradiol y 3mg de drospirenona) y Drosurelle® (0,02mg de etinilestradiol y 3mg de drospirenona). Esta composición idéntica a la de Yasmin® y Yasminelle®, de precio libre en España, informa la compañía EFFIK, fabricante de las dos primeras. Pérez Campos afirma que es crucial que los prescriptores hablen más de los métodos anticonceptivos orales para vencer el rechazo a este tipo de tratamiento aún vigente en España, y que los políticos tomen decisiones dirigidas a mejorar su acceso y a aumentar la cartera de los financiados por la Seguridad Social.
En su opinión, aunque es difícil hacer pronósticos, en el actual escenario de crisis económica, “los anticonceptivos orales financiados tendrán un papel destacado, y al estar disponibles a un precio más reducido que permitirá aumentar el total de mujeres que los utilicen”.