De origen desconocido, la mayor parte de personas que sufren Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) tiene antecedentes familiares. Los expertos estiman que en España el 4% de los adultos padece este trastorno y, aunque se considera que decrece en la adolescencia, se calcula que entre un 30% y un 60% de los niños que lo sufren seguirá con síntomas en la edad adulta. Los datos de un estudio publicado en el Canadian Medical Association Journal señalan que el porcentaje de adultos afectados a nivel mundial oscila entre el 2% y el 6%. Y en Estados Unidos, un informe de salud pública ha confirmado que aumenta entre los adultos el uso de medicación para corregir la falta de concentración debido a la hiperactividad, y lo hace a un ritmo más rápido que entre los niños. Actualmente no se conocen medidas preventivas para reducir la incidencia del TDAH. Sin embargo, una detección e intervención tempranas pueden reducir la gravedad de sus síntomas.
Las causas
El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad es un desconocido para la ciencia y, a pesar de ser una patología que se diagnostica y trata desde hace muchos años, aún no se ha encontrado la clave para conocer las causas que lo originan
Aún no se ha encontrado la clave para conocer las causas que originan este trastorno.
Pero además, como indica Cristina Weddle, del gabinete de psicología Previ, de Valencia, existe una combinación de factores, tanto biológicos como ambientales, que pueden ayudar a explicar por qué se padece el TDAH:
Factores biológicos: El temperamento de la persona, que influye en su actitud y personalidad; lesiones cerebrales debidas a un trauma de nacimiento o a problemas prenatales. Además, el consumo materno de alcohol y drogas e incluso de tabaco predispone a padecer este trastorno. Y si el padre o la madre ha padecido el síndrome, sus hijos tienen un riesgo del 44% de heredarlo.
Factores del entorno: Entre ellos destacan el estrés familiar y las dificultades educativas. Las psicopatologías paternas, un bajo nivel económico, la marginalidad? un entorno inestable puede agravar de manera significativa el trastorno.
Teniendo en cuenta que estos factores afectan a una gran cantidad de población y no todos padecen el TDAH, la psicóloga Asunción Pérez, del madrileño gabinete Avance Psicólogos, argumenta que en la mayoría de los casos se trata de un modo de comportamiento aprendido, salvo casos excepcionales, como la presencia de un tumor cerebral. Sea de uno u otro modo, ¿cómo puede reconocerse al adulto que padece esta patología, cuáles son sus síntomas?
Los síntomas
Cuando una persona adulta padece TDAH no hay duda de que ha sido, en todos los casos, un niño hiperactivo, explica la psicóloga. Por ello, desde su infancia habrá presentado síntomas como inquietud, nerviosismo, dificultades para centrarse en una tarea o impaciencia. Cuando el trastorno ha pasado desapercibido o no se ha diagnosticado en la niñez, los adultos suelen experimentar problemas significativos en una o más áreas de la vida, síntoma de que se puede padecer el TDAH:
- Ejecución inconsistente en los estudios o el trabajo: No terminan sus estudios, pierden los trabajos o renuncian con excesiva frecuencia a ellos. Además, poseen un historial de desempeño académico o laboral pobre.
- Poca habilidad para manejar las responsabilidades cotidianas: No suelen poder completar los quehaceres del hogar o las tareas de mantenimiento. También presentan dificultades para pagar las cuentas y organizarse.
- Problemas en las relaciones sociales: Les resulta difícil tener buenas relaciones laborales y personales al no completar las tareas, olvidarse de hacer cosas importantes o molestarse con facilidad por asuntos menores.
- Estrés y preocupación crónicos: Provocados por el fracaso en alcanzar las metas que se han propuesto y la imposibilidad de cumplir con sus responsabilidades.
- Sentimientos crónicos e intensos de frustración, culpa o reproche.
- Síntomas físicos: Taquicardias, diarreas, hormigueos en manos y piernas? Todos los síntomas de un cuadro de ansiedad.
Como explica la psicóloga Concepción Etiens, las consecuencias del trastorno revisten cierta gravedad, ya que muchos adultos hiperactivos se encuentran “de manera más o menos crónica en situaciones de desajuste familiar, social, económico y personal”. Como indica la experta, muchos fracasan en los estudios desde muy temprana edad; bastantes, presentan un historial de relaciones sociales y afectivas fracasadas o abandonadas. Y un gran número de personas hiperactivas bebe o fuma en exceso, no administra bien su patrimonio y tiene problemas económicos frecuentes. Algunos hiperactivos cometen delitos que los llevan a prisión. Además, los afectados también presentan niveles de ansiedad y depresión más elevados que el resto de la población. Algunas personas pueden no experimentar problemas significativos hasta llegar a la universidad o en su carrera profesional. A veces, los progenitores pueden haber sido sobreprotectores y han podido reducir el impacto de los síntomas del TDAH hasta que su hijo o hija ha comenzado a vivir independientemente como adulto.
Las soluciones
Actualmente no se conocen medidas preventivas para reducir la incidencia del TDAH.
Actualmente no se conocen medidas preventivas para reducir la incidencia del TDAH
Tras el estudio y diagnóstico de cada paciente, la necesidad de abordar el trastorno con terapia y con fármacos, o sólo con terapia, se determina en función de la severidad de los síntomas. Pero, como indican desde el gabinete valenciano Previ, el tratamiento ya supone un control, “y una atenuación de los síntomas que puede dar lugar a una buena adaptación y a que la persona se sienta mas responsable de su vida”.
El tratamiento farmacológico es una ayuda más para que este tipo de pacientes pueda funcionar y encajar mejor en la sociedad, indica la experta de la Clínica Arga, quien indica que los medicamentos utilizados habitualmente en el tratamientos del TDAH son los estimulantes del sistema nervioso central, como algunos derivados de las anfetaminas, “fármacos muy eficaces para reducir la hiperactividad e impulsividad y para ayudar a mejorar la atención y concentración”, señala.
Desde la terapia se puede trabajar técnicas de aucontrol, de relajación de habilidades sociales, de solución de problemas y trabajo sobre ideas irracionales. Estas técnicas de modificación de conducta son fundamentales en el tratamiento del TDAH y son el único tratamiento elegido para los problemas leves de déficit de atención. Otras modalidades de tratamiento psicológico incluyen terapias enfocadas para la disminución de la ansiedad, las terapias para la mejora de las habilidades sociales y ciertas terapias de grupo.
Asimismo, la psicóloga Asunción Pérez explica la importancia que “construir una escala de valores” tiene en la mejoría de estos pacientes, que deben tomar conciencia de la importancia de “frenar y replantearse su modo de vida”. Concepción Etiens señala que la solución puede estar también en el entrono familiar, que puede resultar de gran ayuda para un adulto hiperactivo. Pueden “servirle de refuerzo” en las conductas y habilidades que se consideran necesarias para llevar una vida normal y estable, implicarse en la resolución conjunta de problemas, así como tolerar sus altibajos o conductas no apropiadas.