¿Sabías que el cáncer de pulmón es tercer tipo de cáncer más frecuente en hombres y mujeres y la primera causa de muerte por cáncer? Existen multitud de factores de riesgo y posibles causas, entre ellos el tabaquismo. Pero uno de los más destacados, y al que no se le suele dar la importancia que tiene, es el humo ambiental del tabaco. Por eso, en este artículo, después de conocer los diversos factores de riesgo del cáncer de pulmón, profundizaremos en el humo ambiental que genera el hábito de fumar, sus repercusiones en la salud, y en especial de los niños, y qué se puede hacer para reducir la exposición a este humo ajeno.
Factores de riesgo para el cáncer de pulmón
Múltiples agentes incrementan el riesgo de padecer cáncer de pulmón, pero destacan los siguientes:
➡️ Tabaco
Entre el 80-90 % de los cánceres de pulmón se dan en fumadores o en personas que han dejado de fumar en fechas recientes. Pero no hay evidencia concreta de que fumar esté asociado a una variedad histológica específica, aunque tiende a relacionarse más con el carcinoma epidermoide y con el cáncer de células pequeñas, y menos frecuentemente con el adenocarcinoma.
Los fumadores tienen un riesgo de 10 a 20 veces mayor de desarrollar cáncer de pulmón (según el número de cigarrillos fumados al día) que los no fumadores. Y no, la utilización de tabaco light no varía el riesgo de padecer la enfermedad.
Dejar de fumar disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, de manera que, al cabo de 15 años, se aproxima al de los no fumadores. Este descenso depende sobre todo del tiempo de consumo.
Si quieres dejar de fumar, en la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) pueden ayudarte. Entra en dejardefumar.contraelcancer.es
➡️ Ocupaciones laborales
Los trabajadores en contacto con asbesto (aislamientos, minería, industria textil), petróleo y sus derivados presentan unas mayores cifras de cáncer de pulmón y pleura. También se ha correlacionado con la exposición al níquel y al radón.
➡️ Edad
Como en la mayoría de los tumores, el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón aumenta con la edad.
➡️ Sexo
Los hombres poseen una tasa de cáncer de pulmón tres veces mayor que las mujeres. Esto es debido a que la población femenina se ha iniciado en el hábito de fumar 30-40 años después que los hombres.
➡️ Factores genéticos
El riesgo de desarrollar cáncer de pulmón puede aumentar cuando hay antecedentes familiares de la enfermedad.
➡️ Enfermedades benignas
Los pacientes diagnosticados de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) presentan un mayor riesgo de desarrollar cáncer pulmonar. También se ha correlacionado con la fibrosis pulmonar idiopática o con la esclerodermia.
➡️ Contaminación
Cada año, en el mundo, se estima que alrededor de 500.000 muertes por cáncer de pulmón y 1,6 millones de muertes por EPOC pueden atribuirse a la contaminación del aire, tal y como se recoge en este estudio.
➡️ Humo ambiental del tabaco
El humo ambiental del tabaco, también llamado humo ajeno, humo de segunda mano, tabaquismo pasivo o contaminación por el humo del tabaco, es el humo que desprende el cigarro (u otro producto derivado del tabaco) y el humo que expulsa el fumador después de fumar.
Está sobre todo en espacios cerrados, como en la casa, el coche, centros de trabajo, terrazas cubiertas, etc. pero no debemos olvidar que también se encuentra en espacios abiertos, como entradas de edificios, marquesinas, espacios deportivos…
Y este humo es inhalado por todos: tanto fumadores como no fumadores quedan expuestos a sus efectos nocivos. Es incluso más dañino que el humo que inhala el fumador, porque contiene mayores concentraciones de sustancias perjudiciales.
Como es uno de los factores al que no se le suele dar la importancia que tiene, en cuanto a su relación con el cáncer de pulmón, profundizaremos en él.
Cuál es la situación de humo ambiental en nuestro entorno
Existen estudios que muestran el impacto que tiene el humo ambiental en nuestro país. Según el Observatorio Asociación Contra el Cáncer, el 24 % de los españoles fuma a diario, en mayor medida en el caso de los hombres y entre quienes tienen entre 25 y 54 años.
En cuanto a la exposición al humo ambiental del tabaco, calcula que el 15 % de la población adulta se expone cada día al tabaco. Y en el caso de menores, esta cifra aumenta al 27 %. ¿El motivo? La exposición en el hogar, ya que 7 de cada 10 personas fumadoras reconocen fumar en el domicilio en presencia de niños.
Por otro lado, varios estudios a nivel nacional y europeo han medido la presencia de humo ambiental en espacios tanto cerrados como abiertos. Las conclusiones son:
- En los hogares en los que está permitido fumar, se pueden encontrar concentraciones de nicotina perjudiciales para la salud tanto en el salón como en las habitaciones de los menores, aunque nadie haya fumado en ellas.
- La presencia de humo del tabaco se detecta en el 50 % los entornos escolares en España (parques infantiles y accesos a escuelas de primaria), cifra superior a la del conjunto de la Unión Europea.
- Podemos encontrar restos de consumo de tabaco en más del 95 % de las terrazas de bares, restaurantes y otros locales de hostelería y ocio.
¿Cuáles son los riesgos asociados al humo ambiental?
La exposición al humo ambiental puede causar graves problemas de salud:
- aumenta hasta un 30 % el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas o puede llevar a desarrollar una enfermedad pulmonar crónica.
- también puede producir muerte prematura y algunos tipos de cáncer, como el de pulmón.
- entre quienes nunca han fumado, las personas expuestas al humo ambiental del tabaco duplican el riesgo de padecer cáncer de pulmón, comparado con las que no están expuestas al humo ajeno.
- el humo ambiental puede causar cáncer de laringe y faringe.
- algunas investigaciones sugieren que también puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de mama, de cavidad del seno nasal y de nasofaringe en adultos, así como incrementar el riesgo de leucemia, de linfoma y de tumores cerebrales en niños.
Riesgos del humo ambiental en los niños
Cuando una mujer embarazada fuma, el feto es considerado fumador pasivo, ya que los componentes del humo del tabaco, como la nicotina, atraviesan con facilidad la placenta. Esto provoca diversas alteraciones, entre las que destacan: reducción del crecimiento fetal (entre 150 y 250 gramos menos), mayor prevalencia de muerte súbita del lactante, problemas de oído y respiratorios agudos en los bebés o aumento de las complicaciones del embarazo y parto (más riesgo de partos prematuros y abortos espontáneos o desprendimiento prematuro de la placenta).
Que los padres fumen también es perjudicial para los menores de 18 meses, pues el humo ambiental hace que el bebé reciba menos oxígeno, aumente la frecuencia de sus latidos cardíacos y altere el crecimiento de sus pulmones.
Y es que los menores son especialmente vulnerables a los efectos del tabaco. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 700 millones de niños del mundo, casi la mitad, respiran aire contaminado por este humo y alrededor de 250 millones morirán por causa del tabaco. Entre los efectos nocivos sobre los niños expuestos al humo ambiental, pueden sufrir un 50 % más de otitis, un 20 % más de crisis asmáticas o un 30 % más de infecciones respiratorias.
Qué ocurre con otros productos derivados del tabaco, como las cachimbas o el vapeo
El uso de cachimbas, cigarrillos electrónicos (vapeo) o tabaco por calentamiento ha aumentado en los últimos años. El humo (o en algunos casos el vapor) de otros productos derivados del tabaco es un riesgo para la salud de fumadores activos y pasivos, produciendo también humo ambiental. Además, no pueden considerarse una alternativa segura al tabaco, ya que conllevan riesgos similares al del humo de los cigarrillos, como padecer cáncer de pulmón.
Imagen: Pixabay
Según un reciente estudio, el humo de la cachimba tiene tantas sustancias nocivas como el de los cigarros, pues contiene sustancias cancerígenas y nocivas como la nicotina o bencina. Incluso cuando el vapor no contiene nicotina, desprende otras sustancias que podrían ser perjudiciales para la salud. Por esto, aunque todavía no hay estudios firmes, se recomienda evitar la exposición al humo y al vapor que desprenden estos productos.
El humo ambiental de la marihuana también es peligroso porque contiene muchas de las mismas sustancias que pueden causar cáncer y que poseen los cigarrillos. Hasta contiene mayores cantidades de sustancias nocivas como alquitrán, amoniaco o cianuro de hidrógeno. Y, además, aunque muchos fumadores de cannabis no se consideran fumadores, esta es una vía de entrada al tabaquismo.
¿Qué puedo hacer para reducir la exposición al humo ambiental del tabaco?
- Si eres fumador pasivo, puedes hacer valer tus derechos y pedir a las personas fumadoras que no fumen en tu presencia.
- Haz de tu casa un hogar sin humo. En los hogares en los que no se fuma se reduce la exposición de adultos y niños al humo ajeno, protegiendo a los más vulnerables, como los que tienen asma u otras enfermedades. Recuerda: fumar junto a una ventana o en la entrada no convierte la casa en un hogar sin humo, pero es preferible a que fumes en el interior.
- No permitas que se fume en el coche. También se puede disminuir el humo ambiental no fumando en los automóviles y demás vehículos cuando hay niños o no fumadores. Se han detectado altas concentraciones de este humo en coches en los que se fuma. Y recuerda: abrir las ventanillas no sirve para evitarlo. Reino Unido y otros países ya prohíben fumar en vehículos particulares, si en ellos viajan niños.
- Apoya las políticas antitabaco en tu lugar de trabajo. Es la mejor opción para que los empleados se vean plenamente protegidos, y por igual, frente al humo ambiental.
- Evita espacios cerrados en los que pueda haber humo ambiental, como terrazas cerradas o espacios habilitados para fumar en centros de trabajo.
- Si eres fumador, la recomendación siempre será que te animes a dejar de fumar. Si te ves capaz y te animas a hacerlo, desde AECC pueden ayudarte a conseguirlo.
- Si eres fumador y no te planteas dejar de fumar, puedes contribuir dejando de fumar delante de otras personas, especialmente no fumadoras:
- Evita los lugares de paso (entradas, escaleras…).
- No fumes en el coche.
- Si fumas en casa, es preferible que lo hagas al aire libre (un jardín, una terraza o al menos, en la ventana).
- Si estás en contacto con bebés y recién nacidos y has consumido tabaco u otros productos relacionados, la recomendación es que te cambies de ropa y laves bien las manos antes de cogerlo en brazos.