El elemento del aceite de oliva que proporciona la mayor protección frente al ataque cardiaco y el ictus ha sido identificado por investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Oporto (Portugal), que han publicado su hallazgo en la revista «Molecular Nutrition and Food Research».
El trabajo, que examinó los antioxidantes principales del aceite de oliva, muestra que uno de ellos, el DHPEA-EDA, protege los glóbulos rojos de las agresiones más que ningún otro elemento del llamado «oro líquido».
Los investigadores compararon los efectos de cuatro componentes polifenólicos sobre los glóbulos rojos sujetos a estrés oxidativo por un componente químico que genera radicales libres. El DHPEA-EDA fue el antioxidante más eficaz y protegió a los glóbulos rojos incluso a niveles bajos de concentración.
«Estos descubrimientos proporcionan la base científica de los beneficios para la salud que se han observado en personas que toman aceite de oliva en su dieta», explicó Fátima Paiva-Martins, directora del estudio. Este trabajo supone la primera evidencia de que ese componente es la principal fuente de los beneficios para la salud asociados al aceite de oliva virgen, que contiene mayores niveles de DHPEA-EDA en comparación con otros aceites. En concreto, el DHPEA-EDA podría constituir casi la mitad de todos los antioxidantes de ese tipo de aceite.
Las conclusiones de este estudio podrían conducir a la producción de aceites de oliva diseñados para reducir el riesgo de enfermedad cardiaca, indicó Paiva-Martins. «Ahora que hemos identificado la importancia de estos componentes, los productores pueden empezar a cuidar más la composición de polifenoles de sus aceites», concluyó la investigadora.