Un grupo de investigadores del Instituto de Salud Carlos III ha identificado la señal que mantiene el equilibrio de las células madre existentes en el hipocampo cerebral y evita la pérdida de sus propiedades para garantizar que la regeneración neural perdure durante toda la vida del individuo, según informa el Ministerio de Ciencia e Innovación.
Los resultados de este trabajo, publicado en la revista «Cell Stem Cell», aportan pistas sobre cómo se podría activar de forma controlada la «reserva latente» de células madre que hay en el cerebro y diseñar nuevas estrategias para tratar de frenar las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson.
El equipo de investigadores del Carlos III, liderado por Helena Mira de la Unidad de Neurobiología Molecular del Centro Nacional de Microbiología, con la colaboración de otros científicos españoles, alemanes, y estadounidenses ha identificado en un modelo determinado de ratón cuál es la señal del nicho hipocampal que regula la quiescencia de las células madre neurales del tejido cerebral. Las células madre quiescentes son aquellas que se mantienen inactivas en su tejido de origen pero que pueden activarse ante determinados estímulos, dividirse y dar lugar a nuevas células hijas, diferenciadas y capaces de reemplazar a las perdidas.
El hallazgo de las células madres quiescentes en el cerebro es relativamente reciente y supuso una revolución científica puesto que hasta su descubrimiento se admitía sin discusión que el tejido nervioso adulto no era capaz de formar nuevas neuronas, destacó el Ministerio de Ciencia.
La investigación llevada a cabo por el equipo del Instituto de Salud Carlos III ha identificado la señal y el receptor celular responsable de la quiescencia de las células madre neuronales hipocampales. Para ello, bloquearon tanto la señal como el receptor (llamado Bmpr1a) en ratones adultos, con lo que se logró interferir en el estado latente predominante y analizar las consecuencias. De esta manera, se comprobó que con el aumento de la actividad de las células madre aumentaba la producción de nuevas neuronas, pero también que las células madre pueden «agotarse» si se fuerza su división en exceso.
Respecto a la aplicación clínica de este hallazgo, los investigadores estiman que su descubrimiento da pistas sobre cómo, en un futuro, se podría activar de forma controlada esta «reserva latente» de nuestro cerebro. «Aunque hay mucho camino por recorrer, entender la quiescencia de las células puede contribuir a pensar en otros vías para la aplicación de la terapia celular», indicó Helena Mira.